La vacunación contra el covid-19 entre los colectivos esenciales acumula ya un largo recorrido a nivel local, a pesar de los contratiempos que han ido surgiendo a lo largo de la campaña. Sin embargo, este proceso no marcha a la misma velocidad en todos los ámbitos profesionales.

Un claro ejemplo lo representa el colectivo alavés de ópticos-optometristas, integrado por alrededor de 220 profesionales, que todavía hoy sigue esperando la llamada de Osakidetza para recibir la primera dosis de la vacuna.

A día de hoy, de hecho, el colegio profesional alavés es el único de Euskadi donde no ha comenzado este proceso, que en Bizkaia y Gipuzkoa ya ha adquirido una importante velocidad. Prácticamente todos los profesionales del sector en los territorios vecinos han recibido esa primera dosis y algunos, incluso la segunda.

"Estamos vendidos"

"Estamos vendidos. Ni son atienden, ni nos llaman, ni nada de nada. Durante lo más duro de la pandemia no se podía vivir sin nosotros y ahora se nos ha olvidado. No entendemos por qué", denuncia Ainhoa Ugarte, colegiada alavesa, en declaraciones a este periódico.

La profesional recuerda que el trabajo que desempeñan los ópticos-optometristas, fundamental para más de la mitad de la población, entraña un importante riesgo por el estrecho contacto que tienen que mantener con sus pacientes. "Estamos solos ante el peligro", remarca Ugarte.

Pese a que la Administración sanitaria se dirigió al colectivo a mediados de enero para recopilar los datos de los profesionales de cara a la vacunación, a partir de ahí no han tenido más noticias. "Estamos cansados y ya hemos puesto quejas en el Gobierno Vasco, pero no nos escuchan", denuncia esta profesional.