La Junta de Gobierno Local de Gasteiz ha dado el visto bueno este viernes a dos donaciones realizadas por particulares al Ayuntamiento.

Se trata de un retrato de Gerónimo Roure, cirujano titular de la ciudad hasta 1876, y de un reloj autómata musical de principios del siglo XIX que en su momento perteneció a Manuel Echeandía Lagos, relojero municipal entre los años 1958 y 1992.

Esta última pieza pasará a formar parte del mobiliario de la Sala de Quintas de la Casa Consistorial, uno de los espacios nobles de la sede municipal.

Óleo de autoría desconocida

En lo tocante al retrato de Roure, se trata de una donación que el Ayuntamiento recibe de manos de su tataranieto, Jerónimo Roure Pérez. Es una pintura al óleo de autoría desconocida, realizada en el año 1850, con unas dimensiones de 88 por 70 centímetros. En ella se plasma la figura de quien fuera cirujano titular de la ciudad desde 1853 hasta 1876.

La indumentaria que viste, de tipo castrense, invita a pensar que la obra fue realizada en su época de médico militar, anterior a que fuera designado cirujano.

Roure fue además presidente del Ateneo científico, artístico y literario desde su inauguración hasta su fallecimiento. Oriundo de Córdoba, llegó a la ciudad a los 29 años, demostrando una inquietud científica y afán de divulgación que le llevó a formar parte de múltiples sociedades y a publicar artículos. Todo ello fue reconocido otorgándosele la Cruz de Comendador de Isabel la Católica por sus trabajos sobre la viruela.

De 1840 y fabricación alemana

Mientras tanto, el reloj autómata llega al Ayuntamiento gracias a la donación de la familia de Manuel Echeandía Lagos, quien fuera relojero municipal de 1958 a 1992.

Es un instrumento de fabricación alemana, probablemente del año 1840, que consta de un cilindro de madera de almacenamiento de melodías, elementos de ordenación de notas en flautas cuadradas de órgano y figuritas de músicos y danzarines coordinadas con la música.

El dispositivo dispone a su vez de un sistema de disparo de melodía con un reloj que en sí mismo ya constituye una rareza al estar montado sobre pletinas de madera y sistema de sonería tipo contadera. La maquinaria del reloj se encuentra en funcionamiento y en buen estado.

Según ha explicado el Consistorio, diversos detalles indican la buena factura artística de la pieza, como la calidad de las figuras móviles o la versión del cuadro Fedra e Hipólito de Pierre Narcisse Guerin plasmada en la tapa y esfera del reloj. En cuando al cilindro musical, es un rodillo que contiene la melodía de El barbero de Sevilla, compuesta en 1818 por Ramón Carnicer i Batle.

Todo apunta a que el reloj, que en su momento pudo pertenecer al marqués de Foronda, incorporaba más cilindros musicales con otras composiciones.