El árbitro único de la Corte de Arbitraje de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid ha emitido laudo final respecto a la demanda de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) a la compañía Azucarera Iberia por modificar de forma unilateral el precio de la remolacha en la campaña de siembras de 2019, última en la que estaba vigente el acuerdo marco interprofesional (AMI).

El árbitro que ha llevado el caso considera que Azucarera incumplió el AMI al apartarse de la oferta de precios que figuraba para la campaña de comercialización 2019/2020 y le obliga a cumplir íntegramente lo dispuesto en el mismo y en la oferta de precios, por lo que la empresa tendrá que abonar un diferencial estimado de 4,2 euros por tonelada de remolacha tipo entregada en la campaña 2019/2020 a todos los remolacheros que trabajaban con esta empresa. En la resolución se condena también a Azucarera a pagar las costas del procedimiento arbitral y dos terceras partes de las incurridas por Asaja.

Las partes se habían sometido a este sistema arbitral al amparo de lo pactado en el propio AMI, renunciando a la vía judicial, por lo que la decisión es firme sin que haya lugar a recurso. Asaja exigirá que la resolución se haga efectiva en próximas fechas, lo que supondrá un desembolso para Azucarera de más de cuatro millones de euros en la zona norte, lo que beneficia a remolacheros de Álava, incluido el enclave de Trebiño, además de Burgos, La Rioja y Navarra.

Por su parte, Azucarera está estudiando el contenido de los laudos arbitrales notificados este viernes para poder cumplir con el contenido de los mismos. El compromiso de la empresa con los agricultores que sembraron en la campaña afectada por sendos laudos, es decir, la 19/20, fue que respetarían el contenido de dichas resoluciones y actuarían en consecuencia, en beneficio siempre de los agricultores afectados. "Y así lo haremos", aseguran.

Para Azucarera, lo fundamental de estos laudos es que cierran definitivamente una etapa de crisis sin precedentes para este sector, fruto de la desaparición de las cuotas y el desplome del precio del azúcar, que obligó a Azucarera a tomar la decisión de modificar su oferta de precio en la campaña 19/20, un año antes del vencimiento del antiguo AMI.

Desde la campaña 2020-21, una vez superada la crisis, Azucarera trabaja en un modelo de relación con los agricultores basado en servicios y en propuestas económicas personalizadas para sus agricultores remolacheros, centradas en asegurarles una rentabilidad por hectárea y en servicios de calidad.

"Fruto de esta nueva estrategia, agricultores que representan más de 19.000 hectáreas nos han dado su voto de confianza en este nuevo modelo", según apunta la planta mirandesa. Los laudos confirman que, una vez superada la crisis, Azucarera puede seguir desarrollando ofertas de contratación diversificadas a la medida de las necesidades de los agricultores.