l escenario del Amurrio Antzokia va a albergar, a las 19.00 horas de hoy, la gala de entrega del Guk de oro a Amurrio Trail Taldea. Un club de carreras de montaña de corta trayectoria, apenas una década, pero que ha sabido ganarse el afecto de todo su pueblo por una faceta solidaria que, aunque presente desde sus inicios, se intensificó de manera notoria en el confinamiento domiciliario que trajo la crisis sanitaria en marzo de 2020. Una situación dramática que pilló por sorpresa a todos y todas, pero sobre todo a los colectivos más vulnerables, que se veían imposibilitados para salir del hogar a adquirir sus medicamentos o hacer la compra.

“¿Habrá que hacer algo, no?”, fue el runrún unánime que comenzó a expandirse entre los miembros del club (en torno a 115 personas) -según recuerda su presidente, Imanol Llano- y dicho y hecho. Se organizaron y, siempre con el Ayuntamiento local como soporte, impulsaron la red solidaria de ayuda, que terminó por convertirse en “imprescindible” para muchas familias en el municipio. “Jamás hubiéramos podido hacerlo solos y por ello, aunque recibir el Guk de oro ha sido un chute de alegría e ilusión para seguir adelante con nuestra labor, el reconocimiento lo hemos hecho extensivo a todas las personas y colectivos que formaron parte de esa red”, subraya Llano, en referencia a Amurrio Aisia Eskaut Taldea, Aiaraldea Zainduz o la asociación de vecinos de Bañueta, entre un largo etcétera de voluntarios, entre los que también dan cabida a todo el personal municipal, desde el equipo psicológico GAPPA hasta las asistentas sociales.

“Nos da miedo dejarnos a alguien, la verdad, porque fue un volcado absoluto por parte de todos y todas con la causa. La por entonces alcaldesa, Josune Irabien, me dijo que había sido una experiencia vital en vena, y no puedo estar más de acuerdo”, subraya Llano.

Y es que ahí no se quedó la cosa. No contentos con la red de distribución montada para atender las necesidades básicas de quienes peor lo estaban pasando, se les ocurrió organizar kalejiras con las que, todos los días a las 20.00 horas y hasta el fin del confinamiento el 28 de abril, animaban a los cientos de vecinos que salían a los balcones a aplaudirles. “Fue otra liada maravillosa, en la que terminaron acompañándonos desde Policía, Bomberos y Protección Civil, hasta clubes como el ciclista (nuestro antecesor en recibir el Guk de oro), el Moto Club Aiala, el camión americano y el coche descapotable de Paco, Pepe Pinedo, las ambulancias, los tractores en representación del sector agrícola y ganadero, las galletas terapéuticas de Artiach, los huevos de los hosteleros y comerciantes, el servicio municipal de limpieza… Todo un ritual diario, que comenzaba con el montaje de los altavoces en la furgoneta”, recuerda Llano, que será quien suba a recibir el galardón esta tarde, junto a los miembros de Amurrio Trail Taldea, María Menoyo, Asier Vivanco y Abel Fernández.

Este último también recuerda con “mucha emoción” cuando comenzaron a llevar a los cumpleañeros de cada día los regalos de sus familiares. “Empezamos con uno o dos al día, y terminamos con una media de quince. Las muestras de agradecimiento, sobre todo de los y las txikis, en forma de dibujos, son de lo más grande que nos ha pasado. Hemos hecho un photocall con todos ellos, que estará hoy junto a nosotros en el escenario de Amurrio Antzokia”, matiza. Asimismo, otro miembro del club, Iban García, no quiere pasar por alto la iniciativa de colocar en el parque Juan Urrutia, en las inmediaciones del ambulatorio y junto al mástil de la ikurriña, una vela de cartón piedra en recuerdo y memoria de todos los fallecidos esta pandemia. “Aún hoy día siguen llevando flores”, recalcan quienes, un año después, “aquí seguimos, con ganas de que la vacunación sea masiva, para poder seguir siendo un activo más de nuestro pueblo”, subrayan, dejando claro que su labor solidaria y altruista forma parte de su modo de entender la agrupación deportiva, que fundó su compañero Gaizka Barañano, en 2011.

“Él andaba bien en carreras de montaña, y se dio cuenta de que no tenía cabida en ningún otro club deportivo ya existente, así que, junto a otros 15, lo creó. Pero como no querían quedarse en llevar la camiseta azul de Amurrio Trail por competiciones de toda Euskal Herria, desde 2012 organizamos la Amurrio Trail Lasterketa que, con una media de 400 inscripciones, ha conseguido hacerse un hueco en el panorama competitivo vasco”, resume Llano. De hecho, en algunas ocasiones, la prueba -en la que siempre cuentan con la ayuda de la familia Gazte Alaiak, vinculada a Apdema- ha sido valedera para los campeonatos de trail de Euskal Herria.

Asimismo, el año pasado fueron los encargados de organizar la gala del montañismo vasco, evento en el que se premia a deportistas destacados a nivel de Euskal Herria; aunque, como muchos otros, no pudo celebrarse como consecuencia del confinamiento ocasionado por el covid-19; sin olvidar que, durante estas navidades tan atípicas, también han sido fieles colaboradores de Olentzero, incentivando la subida al monte para sacarse una foto con la figura de cartón del carbonero y depositar la carta de los deseos de las niñas y niños de Amurrio. “Todo lo que podamos decir de Manolo Plaza (alter ego de Olentzero en Amurrio), su mujer y ayudantes se quedaría muy corto. Siempre están ahí para todo, por algo recibió el Guk de oro en 2016”, esgrimen.

Con todo, el espíritu solidario de Amurrio Trail Taldea no ha surgido en la era covid, sino que tiene un recorrido más largo en el tiempo y va unido de forma intrínseca a su firme apuesta por transmitir los valores del club; es decir, tenacidad, compañerismo, respeto y solidaridad. De hecho, llevan cuatro años organizando la subida al Babio y dos años, la Babio Non Stop. Dos citas solidarias que en fechas navideñas están ya marcadas en rojo por las vecinas y los vecinos de la localidad. Y es que lo recaudado con la Babio Non Stop se destina a asociaciones para la investigación de enfermedades raras como AEFAT o Bihotzez y, además, junto con Montes Solidarios, asociación con la que colaboran habitualmente, el día 24 de diciembre suben a niñas y niños y a personas mayores, con claras limitaciones físicas, al monte Babio donde les espera Olentzero, junto a cientos de vecinos y vecinas del municipio, en lo que se ha convertido en una entrañable estampa navideña que ahora, por ésta y muchas otras cosas, se ha visto recompensada con el reconocimiento de todo un pueblo.

Ahora queda por ver si, al igual que les ocurrió a sus antecesores del Club Ciclista, no se quedan sin la oportunidad de ser pregoneros de fiestas, ya que quien recibe el Guk de oro suele representar este papel. “Sería la guinda, pero con que pase esta pandemia nos damos por satisfechos”, apostilla, en nombre de todo el equipo de Amurrio Trail Taldea, uno de sus miembros más conocidos por sus maratones solidarios vestido de Spiderman, Abel Fernández Mendibil “SpiderAbel”.