- La Cuadrilla de Ayala va a participar en una experiencia piloto y pionera en Euskadi, que tiene como finalidad conocer la gestión de los alimentos y la posible generación de excedentes en los hogares y otros ámbitos de cada municipio del valle y, en este sentido, requiere de la participación voluntaria de 25 familias de la comarca.

Este proyecto cuenta con la colaboración del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, así como con la participación de agentes de reconocido prestigio en la materia y la representación de entidades como Elika Fundazioa y, según explica la presidenta de la Cuadrilla ayalesa, Encina Castresana, “tiene como objetivo identificar los posibles canales de reutilización dentro y fuera de la Cuadrilla y el desarrollo de materiales informativos para todos los actores de la cadena implicados”. De este modo, se crearán mesas de trabajo intersectoriales, “a través de las cuales se establecerán alianzas y sinergias entre todos los agentes para poder generar un debate sobre los motivos del desperdicio alimentario y buscar estrategias comunes para evitarlo”, añade.

No en vano, de acuerdo con el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) “Global Food Losses and Food Waste”, cerca de un tercio de los alimentos que se producen cada año en el mundo para el consumo humano (aproximadamente 1.300 millones de toneladas), se pierden o desperdician.

Por este motivo, en los años más recientes se ha creado un compromiso global de reducción del desperdicio alimentario a la mitad, para el año 2030, a lo largo de toda la cadena agroalimentaria. Este acuerdo ha sido posible gracias a uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que ha adoptado como propio la Unión Europea a través del Pacto Verde Europeo y de la Estrategia De la granja a la mesa. Pero para lograrlo, “es importante realizar un diagnóstico en el que se aborde dónde se produce ese desperdicio alimentario, a lo largo de la cadena agroalimentaria, y los motivos por los cuales se desperdician alimentos”, matiza la presidenta del ente comarcal ayalés.

De esta manera, será posible poder realizar acciones y propuestas de sensibilización que, manteniéndose en el tiempo, puedan generar una reflexión y un cambio de hábitos.