La consejera de Igualdad del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, ha afirmado este viernes que el proyecto para impulsar el Centro Memorial de las Víctimas del 3 de marzo "no se va a desarrollar de espaldas" a la iniciativa social, y ha subrayado que la relación que mantienen con las asociaciones de víctimas como Memoria Gara y con los sindicatos a los que pertenecen las víctimas es "fluida".

El mes pasado, el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Alava, el Ayuntamiento de Vitoria y la Diócesis de Vitoria hicieron público un acuerdo para ubicar en la Iglesia San Francisco de Asís de Zaramaga el Centro Memorial de las Víctimas del 3 de marzo de 1976 en Vitoria. Cinco trabajadores murieron por disparos de la Policía Armada contra los participantes en una protesta laboral y más de cien personas resultaron heridas en el barrio vitoriano de Zaramaga.

En el pleno de control al Gobierno del Parlamento Vasco, el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga ha preguntado a la consejera sobre el papel que le otorga el Gobierno Vasco a las víctimas y organismos sociales en el proyecto del memorial del 3 de marzo.

Arzuaga ha defendido que la iglesia de Zaramaga "no es un simple contenedor frío de objetos" sino "un símbolo con alma" que considera que "debe permanecer vivo, renovando los sueños, anhelos de democracia y justicia social de los hombres y mujeres que lo ocuparon en asamblea aquel 3 de marzo de 1976".

Además, ha señalado que la asociación de víctimas, Memoria Gara los considera como un espacio en el que mantener las iniciativas que se han desarrollan en los últimos años como las visitas que se realizan "para que los más veteranos no olviden lo que sucedió y para que los más jóvenes puedan conocer".

"Me atrevo a decir que Memoria Gara no quiere un lugar de la memoria, quiere un hogar para la memoria en la iglesia de Zaramaga; donde la memoria habite, donde crezca, se desarrolle, se transmita, se transforme y sea, además, transformadora", ha señalado.

REUNIÓN CON MEMORIA GARA

La consejera ha informado de que el pasado 29 de enero tuvo lugar una reunión entre representantes del Ayuntamiento de Vitoria, de la Diputación Foral de Alava, del Gobierno Vasco y del Obispado con representantes de Memoria Gara, a la que asistieron el viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, José Antonio Rodríguez Ranz, y la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro. "Valoramos muy positivamente la reacción que ha tenido Memoria Gara ante el anuncio de colaboración institucional", ha indicado.

Artolazabal ha afirmado que este proyecto se ha llevado a cabo "con discreción" y ha avanzado que las conversaciones continuarán en un nuevo encuentro de trabajo ya programado para la próxima semana "entre todas las partes". "Nuestra relación con las asociaciones de víctimas y con Memoria Gara, en concreto, y con los sindicatos a los que pertenecen las víctimas es fluida", ha insistido.

Según ha detallado, las líneas de trabajo a seguir ahora para impulsar el proyecto pasan por liberar el espacio de sus actuales usos; concretar los términos de la cesión de uso del templo por parte del Obispado; constituir una entidad jurídica; realizar un diagnóstico sobre la situación del edificio y la obra civil necesaria; y definir el proyecto y la participación de la iniciativa social en el mismo.

"No sé cuál va a ser la fórmula jurídica que vayamos a utilizar, hay varias. Veremos cuál es la que nos facilita el trabajo para llevar adelante el proyecto", ha indicado.

Artolazabal ha destacado que "la memoria del 3 de marzo debe ser una memoria de todos y todas, para todos y todas, democrática y para la convivencia". "Las víctimas mortales de aquel 3 de marzo de 1976: Pedro Mari Martínez Ocio, Francisco Aznar Clemente, Romualdo Barroso Chaparro, José Castillo García y Bienvenido Pereda Moral y las cientos de personas heridas aquel día merecen mucho más que una jornada al año en nuestro recuerdo", ha defendido.

La consejera ha afirmado que "merecen ser memoria viva" por el "derecho a la verdad, a la memoria, al reconocimiento, a la reparación, a la justicia y porque entre todos y todas queremos construir un futuro con memoria, un futuro en paz y libertad".

Además, ha señalado que 45 años es "demasiado tiempo sin una verdad oficial, sin la necesaria autocrítica y asunción de responsabilidades por parte del Estado por la utilización indiscriminada e ilegítima de la violencia por parte de la Policía Armada aquél 3 de marzo en Vitoria".

"La memoria del 3 de marzo debe ser una memoria de todos y todas, para todos y para todas; tiene que ser una memoria democrática, y tiene que ser una memoria para la convivencia, señor Arzuaga", ha concluido.