Al grito de Herria ez du barkatuko, la manifestación del 3 de marzo se ha encaminado desde Zaramaga hasta Fueros para homenajear a los cinco asesinados en Vitoria en el 76. También a los fallecidos en las protestas de Basauri y Tarragona. Y para reivindicar Justicia y memoria integral para las víctimas, además de llamar a la lucha obrera.

Gasteiz no olvida el 3 de marzo de 1976. Y prueba de ello es que, 45 años después de los trágicos sucesos de Zaramaga, los vitorianos han vuelto a secundar la manifestación convocada por los sindicatos ELA, LAB, ESK y STEILAS.

La marcha ha echado andar a las seis y media de la tarde desde el monolito en recuerdo a las víctimas hacia la plaza de Los Fueros con un guiño a Jesús Fernández Naves, "incansable luchador, recientemente fallecido, al que siempre tendremos en nuestra memoria", en palabras de Andoni Txasko.

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Vitoria recuerda el 3 de marzo

"Su compromiso en 1976 y en otras tantas luchas, antes y después, siempre seguirá inspirándonos", ensalza el portavoz de la Asociación de Víctimas 3 de marzo.

45 años después, la sociedad gasteiztarra ha vuelto a arropar a las víctimas del 3 de marzo con su presencia, un año más, en los actos de homenaje convocados para que Vitoria no olvide nunca aquel 3 de marzo de 1976, una fecha teñida de sangre en la historia de la ciudad.

Por eso, el colectivo Martxoak 3 elkartea agradece al pueblo luchador de Gasteiz mantener viva la denuncia de la masacre y los valores de justicia social que representa la memoria de 1976.Una justicia que no llega

45 años después de la masacre de 1976 en Vitoria, la Asociación de Víctimas del 3 de marzo sigue a la espera de una justicia que no llega, ya que el estado sigue sin juzgar a los responsables de la masacre que costó la vida a Romualdo Barroso, Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar, José Castillo y Bienvenido Pereda.

El colectivo acusa al Estado español por no juzga ni dejar juzgar y presionar para que Rodolfo Martín Villa no se siente en el banquillo de los acusados. No obstante, consideran que el mejor homenaje que se puede dar a las víctimas es continuar con su lucha para conseguir "una sociedad más justa, feminista e igualitaria".

45 años después, sienten que tampoco han logrado un trato igualitario al de otras víctimas. Siguen a la espera de que se les considere víctimas de la violencia polocial del Estado español y de que éste reconozca su culpa, otra de sus reivindicaciones. La gota que ha colmado el vaso es su exclusión del memorial de las víctimas de Gasteiz.

45 años después, sí que han conseguido, finalmente, que la iglesia de San Francisco de Asís, en el corazón de Zaramaga, el barrio que fue testigo de las revueltas y cargas a manos de la Policía Armada, se convierta en centro-memorial de las víctimas del 3 de marzo.

En el transcurso de la marcha se han registrado algunos incidentes, como lanzamientos de botellas y algunas bengalas.