- Según explica Mark Beston, director técnico del estudio Luz y Espacio, y arquitecto responsable de estos proyectos de rehabilitación energética en Abetxuko, lo que se va a hacer tanto en Iturrizabala como en Nogales va a ser “algo bastante parecido”. En concreto, se va a poner una envolvente a las fachadas, ya que la mayoría no tiene aislamiento. También, se va a cambiar la cubierta y el forjado, pero “es muy importante” la actuación que se va a hacer en las carpinterías, “para que el nuevo abrigo que se ponga sea continuo, para evitar que el conjunto quede débil. Por eso son muy importantes las ventanas porque hay pisos que todavía tienen las originales y luego hay otros que las reformaron, pero sin rotura de puente térmico”.

Así, como señala, se evitarán diferencias de temperatura y diferentes patologías, “como humedades y moho, que van a peor, si no se interviene”.

En resumen, se creará un abrigo, “un forro polar”, con ventanas nuevas, “para que el aislamiento no sea un punto débil” y una renovación de aire que aprovechará el calor del uso de la vivienda. “En verano, la vivienda cogerá el aire caliente de fuera, para intercambiarlo con el que hay en la vivienda y se consigue refrescarla y en el invierno: al revés”, ilustra Beston.

Un mayor confort, que ahora será igual para todos los pisos, y que sus moradores lo notarán también en sus facturas: “Los estudios que se han hecho concluyen que el ahorro económico puede ser de hasta 300 euros al año de media”, ilustra.