- Los sindicatos Satse, ELA, LAB, CCOO, UGT y ESK, convocantes ayer de una jornada de huelga en Osakidetza, admitieron que el seguimiento al llamamiento fue "desigual", con mayor impacto en la atención primaria y menor en los hospitales, aunque el Departamento de Salud, que encabeza Gotzone Sagardui, redujo la incidencia a un porcentaje muy minoritario, de únicamente el 3,3% entre los trabajadores del turno de mañana.

Los más de 42.600 trabajadores que prestan su servicio en Osakide-tza estaban llamados a la huelga para denunciar la "precariedad laboral que soporta el colectivo de trabajadores" y exigir un aumento de la partida presupuestaria dedicada a la sanidad pública, entre otras reivindicaciones.

Según señaló la responsable de ELA en el Servicio Vasco de Salud, Esther Saavedra, antes de dar inicio la manifestación reivindicativa que a mediodía recorrió el centro de Bilbao, el seguimiento al llamamiento fue "desigual". La sindicalista puso de manifiesto que los servicios mínimos establecidos por el Gobierno Vasco para la jornada fueron "muy altos" y que en un momento de pandemia como el actual "aquel personal más sobrecargado y más presionado no tiene ninguna opción de ejercer el derecho a la huelga porque es servicio mínimo".

Según la orden de servicios mínimos, los hospitales y los centros de Atención Primaria deben contar hoy con la misma plantilla que los sábados y debido a la incidencia de la pandemia, en los servicios relacionados con el diagnóstico, vigilancia y rastreo del covid-19 la plantilla se mantiene en su totalidad, así como la de los equipos de vacunación.

El Departamento de Salud ofreció datos más concretos del seguimiento y lo cifró en un 3,3% en el turno de mañana, con una incidencia similar en los tres territorios y con un mayor apoyo, del 4,85%, entre el personal de enfermería.

En el marco de la jornada de huelga, los sindicatos llevaron a cabo manifestaciones en las tres capitales vascas. En Gasteiz, alrededor de un centenar de personas participaron en una marcha desde el hospital de Txagorritxu tras una pancarta en la que se podía leer el lema Kalitatezko osasun publikoaren eta langileen eskubideen alde (En favor de una sanidad pública de calidad y de los derechos de los trabajadores).

Los manifestantes, que acabaron su manifestación en el centro hospitalario de Santiago, corearon consignas con las que advirtieron de que "Lo público se defiende, no se vende" y reclamaron medidas seguras en sus puestos laborales para prevenir los contagios del covid-19.

En Bilbao, cientos de personas se manifestaron en una marcha que discurrió por la Gran Vía desde la sede del Gobierno Vasco. En el marco de la movilización, los sindicatos defendieron que "sobran" los motivos para la huelga en Osakidetza, "desde la temporalidad en la contratación y la falta de negociación que se materializa en que el acuerdo de condiciones de trabajo lleva desde el 2009 sin negociarse", hasta el "descontrol" existente en la vacunación contra el covid-19, según afirmó el representante de Comisiones Obreras, Iñigo Garduño.

Para la portavoz de Satse, Amaia Mayor, la situación es cada vez "peor" en Osakidetza: "Seguimos sin poner solución a los problemas de la plantilla" y "se sigue sin negociar" sus condiciones trabajo. "La única estrategia que tiene Osakidetza para afrontar la pandemia está siendo exprimir a la plantilla", dijo.

Atención Primaria. Las movilizaciones convocadas ayer por los sindicatos de Osakidetza se suman a las huelgas llevadas a cabo en los centros del Servicio Vasco de Salud de Araba el 29 de octubre del año pasado, en Gipuzkoa el 5 de noviembre y el 12 de ese mismo mes en Bizkaia. Sin embargo, la última convocatoria no tuvo el respaldo de las tres anteriores, que contaron con un apoyo superior al 9% de la plantilla de Osakidetza. En lo que sí coinciden todas las convocatorias es que fueron los trabajadores de los servicios de atención primaria los que más apoyaron las reivindicaciones de los sindicatos.