Los comercios alaveses respiran algo más tranquilos tras conocer, a eso de las dos de esta tarde del viernes, de boca de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, que la mesa de gestión de la crisis sanitaria en Euskadi (LABI) había decidido no adelantar el horario del cierre del comercial, que en principio quería hacerse a las 19.00 horas, teniendo en cuenta que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, finalmente este miércoles no dio luz verde al adelanto del toque de queda que pedían las comunidades para frenar la incidencia del coronavirus.

“Desde el punto de vista del mantenimiento de los horarios, la decisión supone un alivio para el sector comercial. Por nuestra parte seguimos con el compromiso de proteger la salud de todos, aplicando todas las medidas de seguridad para la prevención de la covid-19, fomentando una visita amable y responsable a El Boulevard y arropando a nuestros operadores”, declara a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Amaia Castillo, gerente del centro comercial El Boulevard”.

Misma opinión que también comparte la gerente de Aenkomer, la federación de empresarios/as de comercios y servicios de Álava, Edurne Parro. “A corto plazo es un alivio porque se estaba hablando de cerrar el comercio a las siete de la tarde, lo que suponía menos tiempo para mantener la actividad económica de forma normal, pero el tema ahora es la alta incidencia del coronavirus, por la que se espera que en las próximas horas cierre la hostelería, si Vitoria llega a la zona roja. Por tanto, esta medida de no adelantar el cierre del comercio por un lado da un cierto respiro a las tiendas, pero existe cierta preocupación por si finalmente hay que cerrar los bares, en caso de que el municipio supere la barrera de 500 casos”, resalta Parro.

Por su parte el presidente de Arabadendak, Víctor Manuel Ibáñez, una agrupación que engloba a su vez a los comerciantes de la calle Gorbea, considera que “lo que se ha presentado es lo lógico para que hagamos lo que tenemos que hacer. Lo más importante es velar por la salud porque de eso dependemos el comercio”. En este sentido Ibáñez ve con buenos ojos que se tomen medidas más extremas como un confinamiento que llegue a los 15 días, “si eso al final nos aseguraría que lleguemos a la primavera con una cierta normalidad porque si tomamos medidas de medio pelo, no vamos a conseguir nada”.

Hostelería

Y aunque en este caso a la hostelería de las nuevas restricciones del LABI solo le afecta la prohibición de reunirse en sus terrazas seis personas, como se hacía hasta ahora, ya que ahora el máximo permitido serán cuatro, para el propietario de la cafetería El Pregón de Vitoria, en la plaza de la Provincia, Míchel Sagredo, ya es imposible no mirar al martes, cuando probablemente se decrete el cierre oficial de los bares de la capital alavesa, si finalmente el municipio llega en los próximos días a franja roja.

“Cada vez nos van haciendo una vuelta más de tuerca. Ahora, por ejemplo, que solo se puedan reunir cuatro personas en la terraza va a hacer que los hosteleros tengamos que estar más pendientes de quién se junta en las terrazas, cuando estamos con menos personal. Por eso, los hosteleros apelamos a que la ciudadanía sea responsable también”. Si bien, como subraya, lo importante es “que nos puedan seguir viniendo clientes y podamos trabajar algo”. En su caso, tiene un local cerrado desde el 13 de marzo (la cafetería El valle, de la calle Gorbea) y otro abierto, el de El Pregón, “pese a que no trabajamos con el volumen de antes de la pandemia, al menos, nos van saliendo los números”.

Y para que esas cifras sigan cuadrando, ya tiene menos productos en el almacén, “pensando en que este próximo martes nos cierren”. Sagredo incluso comenta que ya los propios proveedores ante tanta subida y bajada de persiana están pidiendo a los hosteleros que les paguen a 15 días, en vez de cada mes, como era habitual hasta ahora. “Incluso hay algunos que ya lo piden al contado. Esta pandemia va a ser la puntilla para muchos negocios. Por eso es importante que nos den las indemnizaciones”, remarca.