- "Los datos, comparado con otros años, no son buenos". Éste es el balance que realizan los gestores de la oficina de turismo comarcal de la Cuadrilla de Llanada alavesa. "La pandemia nos ha afectado mucho, aunque en verano pudimos recibir a más de 1.500 personas", señalan.

Tal y como era de esperar, el balance anual de visitantes de la oficina de turismo de la Cuadrilla de Llanada no ha sido bueno. El confinamiento decretado en marzo y las restricciones a la movilidad aprobadas meses después han mermado considerablemente el número de visitantes en el servicio ubicado en la calle Mayor de Agurain.

"La verdad es que los datos no han sido buenos comparados con otros años: la pandemia nos ha afectado mucho, aunque en verano pudimos recibir a más de 1.500 personas", explica Patricia Jiménez, del servicio de Turismo de la comarca.

La pandemia ha impedido repetir o superar los buenos datos registrados en el año 2019 cuando se contabilizó un importante aumento de visitantes del 40% respecto al año anterior. En total, 10.088 visitantes frente a los 7.629 del año precedente en el punto de información de Agurain.

En cambio, "sí que hemos notado que la procedencia del turista ha cambiado. Hemos tenido más visitantes de la comunidad autónoma vasca y menos del resto de comunidades pero, sobre todo, menos extranjeros", explica Jiménez. "Por suerte, las visitas guiadas a las joyas de la Llanada, así como el nuevo programa de visitas al paisaje cultural de Dulantzi han funcionado "muy bien", mientras se han podido realizar. Hemos tenido más de 1.200 participantes durante 2020, con casi siete meses de inactividad", apunta la responsable del servicio de turismo de la Cuadrilla de Llanada.

Las iglesias pintadas de la Llanada, el casco histórico de Salvatierra, los templos de Añua y Arbulo o las iglesias de Gazeo y Añua son los principales ejes de la promoción turística ofertada por la Cuadrilla con la que se pretende hacer de la zona un destino turístico reconocido y reconocible por su calidad, innovación y sostenibilidad, tanto a nivel medioambiental como económico y social. Situarlo entre los principales destinos del entorno para turismo y excursionismo de calidad y selectivo, y reforzar su presencia en los diferentes circuitos del turismo urbano.

Así, la Cuadrilla, dirigida por el nacionalista Rubén Ruiz de Eguino, propone una visita guiada que recorrer tres tesoros medievales, para conocer así la comarca y su historia. Los frescos del siglo XIV de Gazeo y Alaitza, así como la iglesia pintada de Añua, constituyen los tesoros a descubrir.

La villa amurallada de Agurain es uno de los lugares de Álava que mejor conserva la esencia de su historia entre sus muros. A pesar de haber sufrido un pavoroso incendio en el siglo XVI, todavía pervive su entramado medieval, buena parte de sus murallas y los templos religiosos: las iglesias góticas de San Juan y Santa María, y la curiosa ermita románica de San Martín.

"En cuanto a este año, somos optimistas y esperamos que la llegada de la vacuna vaya, poco a poco, cambiando las cosas y podamos retomar la normalidad. No la nueva normalidad, sino la normalidad normal, la que anhelamos de verdad", confiesa Patricia Jiménez.

De cara a este año, desde el servicio de Turismo comarcal apuntan que "nos gustaría dar a conocer nuevos recursos a través de visitas guiadas y trabajar en la difusión de todo lo que Llanada tiene para ofrecer a los visitantes, que no es poco".

El entorno de la Cuadrilla se erige como destino turístico natural y sostenible, que ofrece experiencias muy íntimas y respetuosas con el entorno. Actualmente, su oferta turística es sostenible y pone en valor su patrimonio natural y cultural: pasear por un parque natural, aprender de un artesano, recorrer una vía verde, etc.