- Euskadi mantendrá las actuales restricciones, que fueron revisadas a escasas 48 horas de la Nochebuena, ya que el lehendakari, Iñigo Urkullu, aseguró ayer que no ve necesario variar las medidas adoptadas por su Gobierno para la contención del covid-19. Urkullu defendió que las actuales limitaciones, incluidas en su último decreto, son “suficientes si las ciudadanía vasca las cumple con absoluto rigor”.

El pasado día 22, la mesa de crisis sanitaria del último Consejo Asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi, LABI, acordó dar una vuelta de tuerca más al plan navideño, endureciendo fundamentalmente las normas de cara a Nochevieja para evitar las interacciones sociales y familiares de mayor riesgo. Así decidió limitar a seis las personas en las celebraciones de Fin de Año y Año Nuevo, así como adelantar el toque de queda a las 0.30 horas, entre otras medidas que echaban el freno de mano a la hoja de ruta vigente y consensuada entre las comunidades.

El lehendakari incidió ayer en el seguimiento exhaustivo de la evolución epidemiológica ya que el Ejecutivo analiza diariamente y hasta en dos ocasiones a lo largo de la jornada, los datos de la pandemia. Según precisó, el Ejecutivo realiza una observación de carácter territorial y también de lo que ocurre en las capitales. Este rastreo le lleva a “mantener la esperanza de que se mantenga la evolución epidemiológica en una tendencia que hasta ahora ha sido descendente”, aseveró.

Sin embargo no quiso lanzar las campanas al vuelo. “Somos conscientes de que estamos en dos semanas complicadas de analizar porque coinciden con cuatros días consecutivos -en alusión a los festivos-, en los que la capacidad de rastreo, de pruebas, se ve condicionada, tanto por la propia capacidad profesional como por las personas que manifiestan su deseo se someterse a las pruebas correspondientes”, afirmó. Por todo ello, abogó por continuar analizando la situación día a día sin modificar las últimas medidas adoptadas. “Vamos a darnos también la semana que viene y quizá sea el 11 de enero cuando ya tengamos unas capacidades para analizar los datos”, subrayó.

A juicio de Iñigo Urkullu, las actuales medidas en vigor “son suficientes”, siempre que “la ciudadanía, en general, las cumpla con absoluto rigor”. El lehendakari se refería de esta manera, por ejemplo, a que los vascos deben cumplir con el levantamiento del confinamiento perimetral que quedó acotado del 31 de diciembre al 1 de enero. Igualmente, esos días, así como 5 y 6 de enero, los establecimientos comerciales y de hostelería deberán cerrar a las 18.00 horas y el 25, 1 y 6 no podrán abrir, antes de las 9.00 horas y quedan expresamente prohibido la celebración de cotillones y cenas de despedida de salida y entrada de año con más de seis comensales.

Urkullu insistió en que su Gobierno analiza “con toda cautela la incidencia y tendencia descendente que, en algún caso, se ha estancado”, y precisó que les mueve “la esperanza del descenso en la ocupación de camas hospitalarias y UCI”. Y es que la evolución del virus permanece absolutamente estable pese a haber pasado los primeros días de reuniones familiares. De hecho, el lunes la tasa de contagios en Euskadi bajó al 5,3% al detectarse 347 positivos en las 6.606 pruebas realizadas. Además la tasa acumulada también se ha reducido a 238 casos por 100.000 habitantes.

El número reproductivo básico, que indica a cuántas personas puede infectar un paciente, subió ligeramente, del 0,88 del domingo al 0,92, aunque sigue por debajo de 1, la barrera considerada de riesgo. En cuanto a la situación en los hospitales vascos, hay 81 personas en la UCI, dos menos que la víspera y también se ha reducido el número de pacientes en planta al pasar de 288 del domingo a los 266 del lunes, tras contabilizar 32 nuevos ingresos, uno más que el día anterior. De hecho tanto el número actual de pacientes en las UCI, son los más bajos desde hace más de un mes.