La plataforma Benetako Green ha solicitado al Ayuntamiento de Vitoria que elimine todos los aparcamientos en batería marcha atrás dispersos por la ciudad para mejorar la calidad ambiental de sus espacios públicos y privados.

La propuesta de Benetako Green, que mira a experiencias ya implementadas como la de la calle Mendoza, en Zaramaga, consiste en cambiar el sentido de esas plazas para que los vehículos estacionen de frente y alejar así "todo lo posible" los humos de los tubos de escape de las personas y los edificios.

Propuesta ciudadana

La plataforma ha informado este lunes de que ha presentado una propuesta ciudadana dirigida alcalde, Gorka Urtaran, para que el Consistorio atienda esta petición y "priorice la salud pública". También, para que el Ayuntamiento proteja "convenientemente" el arbolado anexo a este tipo de aparcamientos y no sea dañado por el impacto de los coches que aparcan en batería.

El Ayuntamiento ha reordenado a lo largo de los últimos años varias bandas de aparcamiento repartidas por la ciudad cambiándolas a en batería hacia atrás, también llamadas en espiga invertida.

Esta opción comporta ventajas, como la facilidad de los vehículos para salir de la plaza al evitarse los ángulos muertos, la comodidad para la carga y descarga o el hecho de que el morro de los coches no invade las aceras, pero al mismo tiempo "ignora" otras cuestiones fundamentales según Benetako Green.

Relación directa

El estudio Life-respira, elaborado por la Universidad de Navarra, advierte de que existe una relación directa entre la distancia del foco emisor de contaminación, en este caso el tubo de escape de los coches, respecto a los ciclistas o peatones. "Con solo alejarnos un metro de la calzada, la exposición a contaminantes disminuye un 15%", remarca este informe. La Agencia europea del Medio Ambiente cifra al mismo tiempo en más de 400.000 las muertes prematuras causadas de forma directa por la contaminación atmosférica.

Benetako Green recuerda en su iniciativa que el Ayuntamiento, cuando hace años acometió la remodelación de la calle Mendoza, tuvo que idear una señal para que los vehículos no aparcaran marchas atrás porque los humos entraban directamente a las viviendas situadas en los bajos.

Esta realidad, extensible también a otras zonas de la ciudad, se une a que muchas zonas peatonales tienen espacios de ocio y descanso como bancos públicos o veladores de hostelería que quedan "muy cerca" de los tubos de escape.

La plataforma justifica su propuesta también en el hecho de que el Plan de Movilidad Sostenible y Espacio Público de Gasteiz tiene como objetivos reducir el uso del coche y el espacio dedicado a él, así como aumentar el espacio público de calidad. Y según Benetako Green, "dirigir los tubos de escape a dicho espacio empeora su calidad".