- Ya es una realidad. Tras la asamblea extraordinaria celebra a las dos de la tarde de ayer en el Consorcio de Aguas de Ayala, Kantauriko Urkidetza (CAKU), el ente ha iniciado el largo proceso de trámites que llevará a su disolución. Cuestiones tales como forma de liquidación de una administración pública que, lleva desde 1999, abasteciendo de agua a los hogares de los municipios y concejos de Amurrio, Artziniega, Ayala y Llodio -ya que Okondo abandonó el CAKU hace varias legislaturas- y que siempre ha tenido un firme compromiso con la calidad del agua, con un precio justo, con trabajar por una red de abastecimiento y saneamiento de primer nivel, con el respeto a sus ríos y con la sensibilización en la cultura del agua.

“Esto va a seguir siendo así, hasta que la disolución no sea definitiva, el servicio se continuará prestando como hasta ahora y la población no va a sentir diferencia alguna”, explicó a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el presidente del CAKU, Julen Ibarrola, al término de una reunión en la que se aprobó la disolución de la entidad, con posturas claramente encontradas.

Y es que, tal y como se ha ido anunciando estas semanas previas, Llodio y Amurrio ya iban con sendos acuerdos plenarios dobles que, por un lado, llevaban el sí a la disolución del CAKU y, por otro, la adhesión al nuevo Consorcio de Aguas de Álava, Urbide, auspiciado por la Diputación Foral de Álava, que salió adelante con la suma de PNV y PSE, y los posicionamientos contrarios de EH Bildu, Omnia y Orain Amurrio.

Estas tres formaciones ayer volvieron a criticar la “premura” con la que se ha tomado el acuerdo “hurtando el debate público y participativo” al respecto, dijeron. “Entre las veinte de Ayala, quince han dado el sí, y otras cinco se lo están pensando; mientras que la representante de las cuatro de Amurrio, ha optado por la abstención”, recordó Ibarrola.