El Ministerio de Sanidad y las comunidades decidieron ayer mantener el plan de navidades que aprobaron la semana pasada que prohíbe la movilidad entre territorios salvo para encuentros de familiares y allegados porque "la clave está en cumplir lo que se acuerda, no en endurecer más". En una nueva reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, los consejeros mostraron una "preocupación alta" por las fechas que se avecinan, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, consideró que la mayoría "pone énfasis en el cumplimiento de lo acordado, no en el endurecimiento de las medidas". "Si todo el mundo guardara la distancia de seguridad, se lavara las manos, utilizara la aplicación Radar Covid; si todo el mundo hiciera esto no haría falta hacer más", abundó. Pero, de momento, "las medidas ya adoptadas son drásticas, limitan mucho la movilidad y reducen los contactos en estas fechas".

Sobre la cuestión de la movilidad, ayer el Gobierno Vasco aseguró haber analizado con las comunidades vecinas pactar la flexibilización de las restricciones en las fechas navideñas en aspectos como la movilidad o las reuniones familiares. El portavoz del Ejecutivo de Gasteiz, Bingen Zupiria, explicó que este planteamiento conjunto es fruto del "contacto permanente" que han mantenido los últimos días los responsables sanitarios de Euskadi con los de las comunidades más próximas como La Rioja, Navarra, Aragón, Castilla y León y Cantabria.

En este sentido, Illa insistió en que el plan acordado entre el Gobierno y las comunidades para la Navidad es que "no pueden moverse los ciudadanos entre regiones" con las excepciones de trabajo, motivos médicos, asuntos jurídicos y "el reencuentro familiar en estas fechas o de allegados". Un término que por ahora se mantiene pese a las reticencias de algunas autonomías. "Todos entendemos lo que es un allegado. ¿Alguien está en contra de que personas que mantienen una relación afectiva que no cae dentro de una relación clásica de familia pueda encontrarse en Nochebuena o Nochevieja?", se preguntó.

Porque a más movilidad y más contactos sociales, "más hospitalizaciones, más ingresos en UCIs y más muertes". "Hemos visto lo que cuesta doblegar la curva", avisó Illa después de valorar una nueva caída de la incidencia acumulada que ayer bajó por primera vez desde agosto de los 200 casos por cada 100.000 habitantes. "Estamos doblando esta segunda curva", enfatizó el ministro, quien una vez más ha urgido a "no bajar la guardia", especialmente los días señalados de diciembre.

En la reunión se abordó la posibilidad de hacerse test de autodiagnóstico en las farmacias, algo que cuenta con el rechazo explícito de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que alertó de que "no sirven y no deben ser utilizados para diagnosticar la infección". Desde Sanidad estudian regular, "si es necesario", estos mecanismos. "Más que prohibir, vamos a ver si hay que regular. Lo que nos preocupa es que esto genere una falsa sensación de seguridad. Hay cuestiones de interpretación correcta que no son obvias, tenemos que asegurar la comunicación de los resultados a la red pública, ya que se trata de una enfermedad de obligada declaración, e intentar que el afán de los ciudadanos de conocer su estado no lleve a falsas sensaciones de seguridad", explicó.

"Pido a los ciudadanos que se queden en casa esta Navidad. La clave está en cumplir las medidas, no en endurecerlas más"

"A más movilidad, y más contactos sociales, más ingresos, más pacientes UCI y más muertes"

Ministro de Sanidad