os hombres y mujeres con discapacidad, aún hoy, han de luchar por conseguir una ciudadanía plena y una igualdad de derechos y oportunidades efectiva, puesto que la sociedad todavía presenta barreras creadas a base de prejuicios y actitudes, unas veces, y barreras físicas en el entorno, otras. Ambas, a menudo, obstaculizan que su participación tome cuerpo real.

Para invertir esta situación, la Diputación de Álava presta múltiples servicios de atención y ayudas dirigidos a personas con discapacidad. Se trata de centros orientados a garantizar la autonomía personal, la libertad y la independencia, pero también a remover los obstáculos que les impiden esa participación e inclusión plena en la comunidad. Todo ello en pos de convertir Álava en un territorio capacitante, precisamente hoy que celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

De entre los distintos servicios que presta la institución foral, el gobierno de Ramiro González pone en valor las actividades desarrolladas en cuatro de los recursos sociales, dos que atienden a personas con discapacidad intelectual (pisos supervisados y centros ocupacionales) y otros dos en los que se ayuda a personas con discapacidad física (centro de autonomía personal CAP y centro de día Ehari).

Además, el diputado de Políticas Sociales, Emilio Sola, anuncia que en su hoja de ruta está un nuevo modelo, que va más allá "apoyando nuevos programas que permitan a las personas con discapacidad desarrollar su vida de forma independiente y extendiendo esta filosofía a la sociedad", apuesta.

El 3 de diciembre fue declarado día internacional de las personas con discapacidaden 1992 por la asamblea general de Naciones Unidas. Se hizo con el objetivo de promover los derechos y el bienestar de ciudadanos con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad. También con la idea de concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural.

Dicho organismo internacional entiende por discapacidad aquella condición bajo la cual ciertas personas presentan alguna deficiencia física, intelectual o sensorial que, a largo plazo, afecta la forma de interactuar y participar plenamente en la sociedad.

No obstante, aclara que "la persona no es discapacitada sino que está discapacitada", ya que la discapacidad, al igual que la deficiencia, puede ser congénita o adquirida; temporal o irreversible y, además, progresiva o regresiva.

Apertura en Pepe Ubis

Álava dispone de pisos supervisados, denominados VAI, esto es, viviendas con apoyo intermitente, que el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) oferta para personas con discapacidad intelectual que por sus características requieren de apoyo para mantener una vida lo más autónoma posible. Actualmente, el servicio consta de tres VAI para doce usuarios, pero próximamente va a sumar uno más, con tres plazas, en Pepe Ubis. En funcionamiento están ya el de Beato, con capacidad para cuatro personas; Olaguíbel, para cinco y Cruz Blanca, para tres.

Cada vivienda cuenta una o dos veces por semana con un servicio de limpieza del que se encarga Indesa. Asimismo, las personas residentes disponen de teleasistencia para recibir ayuda urgente en caso de necesidad.

Los apoyos que reciben las personas usuarias difieren de unas a otras en base a sus necesidades particulares. Van desde la ayuda sanitaria, tanto en acompañamiento a consultas médicas como en la toma de medicación, y apoyo en la gestión económica, tanto personal como de la vivienda, hasta en la gestión del tiempo libre, de las relaciones sociales y familiares y de la búsqueda y mantenimiento del empleo.

Tan variados como los apoyos es el perfil de los usuarios y, aunque la mayoría trabaja de forma remunerada, también hay personas jubiladas que acuden a centros ocupacionales y otras que buscan empleo. No obstante, la característica que comparten es la de "ser personas con discapacidad intelectual que precisan una intensidad de apoyos mínima para desenvolverse en las actividades de la vida diaria", subrayan los servicios sociales.

456 beneficiados

Ideados para alcanzar la mejor calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y sus familias, Álava dispone de 400 plazas en los centros de Adurza, Arbulo, Ariznabarra, Arriaga, Helios, Kimu, Lakua, Lantze, Puerto Rico y Salburua. En 2019 se beneficiaron de ese recurso 456 personas. En estos centros se realizan tanto actividades de tipo laboral u ocupacional como de desarrollo personal y social de carácter individual y grupal.

Asimismo, se fomenta, mediante la planificación centrada en la persona, el desarrollo de habilidades adaptativas, se proporcionan a los usuarios bienestar personal. La intervención también va orientada a facilitarles el acceso y uso de los recursos comunitarios. Y, puesto que la planificación ha de responder a las necesidades de un colectivo heterogéneo, cada usuario dispone de un plan de atención individual que atiende a criterios de calidad de vida. Son criterios educativos, integradores y normalizadores, pero también activos, es decir, orientados a potenciar la actividad a partir del interés de las personas usuarias en un clima que les facilita realizar actividades y tomar decisiones.

Información y atención

Se trata de un recurso social dependiente del IFBS dirigido a personas con discapacidad física y/o sensorial que necesitan apoyo en las diferentes actividades de la vida diaria. Para ello, el CAP cuenta con dos servicios, uno de información y otro de atención diurna. En el primero se les asesora sobre, por ejemplo, supresión de barreras arquitectónicas en los accesos a la vivienda, adaptación de vehículos particulares, uso de dispositivos de información y comunicación.

El segundo, por su parte, es un recurso especializado dirigido a personas con graves discapacidades físicas u orgánicas derivadas, entre otras, de enfermedades neuromusculares, del aparato locomotor, neurodegenerativas o daño cerebral adquirido, que tienen reconocida la situación de dependencia y un grado de discapacidad igual o superior al 65%. La edad de acceso se sitúa entre los 18 y los 64 años. Con estos usuarios, los profesionales desarrollan programas de promoción de la autonomía personal atendiendo a las necesidades específicas de cada persona y a la diversidad funcional del grupo. En la actualidad hay 36 personas dadas de alta en este servicio, que realizan un programa diseñado de forma individual en el que se determina el nivel y tipo de apoyos que requieren.

Atención integral

Es un centro que funciona en jornada diurna, dirigido a la atención integral de personas afectadas por graves discapacidades físicas, de entre 21 y 64 años en el momento de su ingreso. Todas ellas precisan una atención especializada dentro del campo de los servicios sociales específicos.

El centro dispone de 25 plazas, todos los días laborales de la semana, de lunes a viernes y durante todo el año. En él, los usuarios ganan en calidad de vida mediante su participación en la comunidad, la mejora de su autonomía personal y social. Y es que, entre los retos está lograr que los usuarios mantengan o recuperen el mayor grado de autonomía posible, retrasando de esta forma el incremento de la dependencia. Gracias a este recurso consiguen hábitos básicos de autocuidado en su vida cotidiana y de relación con otras personas. En el centro Ehari también se orienta a las familias y se les ofrece descanso, atenuando así el estrés que supone el cuidado continuado.

Entre las múltiples actividades de las que se benefician están las de rehabilitación cognitiva, actividad física (psicomotricidad, multideporte, paseo activo, etc.), sesiones individuales y en grupo de fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional, psicología, integración y trabajo social. También actividades encaminadas a mejorar el manejo de las emociones, como risoterapia y relajación. Otras de carácter expresivo, como canto coral, expresión plástica y teatro, entre otras. Además, los usuarios comentan la prensa, se acercan a la oferta cultural y practican actividades de huerto y jardín, entre otras muchas.