- Bizkaia ha abandonado la zona de alerta roja tras conseguir que su tasa de casos acumulados de covid por cada cien mil habitantes sea inferior a 500. Esta buena noticia, que viene acompañada de un ligero alivio en la presión asistencial en los hospitales vascos, todavía no es suficiente para adelantar una supresión de las restricciones durante las próximas navidades, aunque sí para hablar de una pequeña flexibilización de las medidas sanitarias y sociales dentro de un acuerdo estatal que el lehendakari espera que se alcance la semana que viene.

Lejos del triunfalismo ante unos datos que reflejan un descenso paulatino en las cifras absolutas de contagios y en las tasas de incidencia, el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, advirtió de que "las navidades no inmunizan" frente al covid-19 y, por tanto, va a haber que seguir manteniendo "muchas de las restricciones en vigor durante meses". Zupiria señaló que las navidades "no son una tregua" y que "no hay ningún motivo" para modificar la restricción de las reuniones a seis personas entre no convivientes establecida por el Gobierno Vasco.

"Las navidades no inmunizan, las Navidades no nos van a regalar un descanso. La tensión sanitaria va a seguir con nosotros seguramente durante meses. Y en Navidades deberemos estar en guardia y mantener muchas de las restricciones que ahora mismo están en vigor", afirmó el portavoz en Donostia.

En cuanto a las medidas concretas que se establecerán para las fiestas navideñas, Iñigo Urkullu expresó ayer su confianza en que la próxima semana las comunidades autónomas y el Gobierno español alcancen un acuerdo. Preguntado por si estaba decepcionado por la falta de consenso en la Comisión Interterritorial de Salud del miércoles sobre las medidas preventivas que deben estar vigentes en las próximas navidades, el lehendakari respondió que no, ya que se trata de una cuestión que requiere de "un análisis profundo" y "muy concreto de todas las circunstancias que se pueden dar en las próximas semanas". "Es un análisis continuo y espero que la semana que viene alcancemos un acuerdo", apuntó Urkullu a su llegada al Parlamento Vasco.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, insistió ayer en su comparecencia en comisión en el Congreso en que "no habrá 17 navidades", tras lo que ha instado a todos "remar en la misma dirección".

"Entiendo perfectamente que se acercan unas fiestas señaladas y que lo que más queremos es reencontrarnos y celebrar con nuestras familias y seres queridos estos días", subrayó Illa, que hizo un llamamiento a la ciudadanía para "construir entre todos unas Navidades distintas".

En este sentido, apeló "a un principio de salud pública, que es en realidad un sentimiento muy navideño, como es la solidaridad", y reiteró la voluntad del Gobierno de llegar a un consenso con las comunidades autónomas para conseguir un plan común de recomendaciones para la Navidad.

El borrador del plan de recomendaciones de salud pública para la Navidad elaborado por el Ministerio de Sanidad propone que las reuniones no superen el máximo de seis personas y amplía el límite de restricción de la movilidad nocturna hasta la una de la madrugada en días señalados como Nochebuena y Nochevieja, al tiempo que aconseja no celebrar las Cabalgatas de Reyes, entre otras medidas.

El Gobierno Vasco ya dejó claro que respalda las restricciones propuestas por el Ejecutivo español y llevó a la reunión del Consejo un documento con aportaciones en el que, entre otras cuestiones, propone establecer un criterio sobre los confinamientos perimetrales de las autonomías y determinar que las comunidades no estarán obligadas a aplicar el plan, sino que será "voluntario" y que cada región podrá "interpretar y adaptarlo a su realidad".

Por su parte, Bingen Zupiria subrayó que el Gobierno Vasco lleva meses insistiendo en que hay que evitar las reuniones y celebraciones de más de seis personas no convivientes y que no existe ninguna razón "para cambiar esa indicación". "Esas reuniones familiares en estas fechas nos invitan a pasar muchas horas juntos, a hacerlo sin mascarilla. En esas reuniones hay muestras de afecto en todo momento y, si estas circunstancias se producen entre personas que no convivimos habitualmente, estamos alentando situaciones de riesgo", argumentó.