- El Gobierno central ha confirmado en una respuesta parlamentaria que "en el futuro cabría la posibilidad de llevar a cabo un estudio de viabilidad, desde el punto de vista técnico, económico, social y medioambiental, por la administración que resulte competente, de otras posibles alternativas", al proyecto de mejora y modernización del regadío de la zona regable de Valles Alaveses.

La administración central reconoce que dicho proyecto, tal y como estaba concebido en su plan de viabilidad, "ha resultado desfavorable, en los términos en los que estaba redactado" y lo justifica explicando que el proyecto "presenta un elevado coste económico que supera los términos financieros previstos en el convenio de gestión directa (CGD) de la Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes) y no es posible garantizar el cumplimiento de las condiciones marcadas en la declaración de impacto ambiental".

Este es el contenido de la respuesta a la pregunta realizada por los diputados Daniel Senderos Oraá, por Álava, y Felipe Sicilia Alférez, por Jaén, en el Congreso de los Diputados. En ese documento recordaban que la comunidad de regantes Tumecillo inició su andadura en 1995 con el objetivo de mejorar y modernizar los regadíos existentes en la comarca de Valles Alaveses. Se trata de una zona comprendida por los ayuntamientos de Armiñón, Lantarón, Ribera Baja, Kuartango, Ribera Alta y Valdegovía y los de Berberana y Jurisdicción de San Zadornil, en Burgos. En la zona alavesa había un total de 24 comunidades de regantes que, por medio de autobombas aprovechaban el agua de ríos y arroyos, para beneficiar a 800 propietarios de unas 11.500 hectáreas.

En su ayuda se redactó el proyecto de transformación en regadío de la mencionada superficie y la Diputación Foral lo declaró de interés para el territorio histórico. Se diseñaron las balsas de acumulación de agua en los términos de Kuartango, Lantarón, Ribera Alta y Valdegovía y el plan lo aprobó la Diputación en el verano de 1999.

En el año 2002 se firmó el convenio de colaboración de la Diputación, la Confederación Hidrográfica del Ebro y la sociedad estatal Aguas de la Cuenca del Ebro para poder acometer el proyecto constructivo de la infraestructura hidráulica para la transformación en regadío de la zona de Valles Alaveses, en su zona 4. Tras varios retrasos y cambios de última hora, en octubre de 2008 fue aprobado el proyecto por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y se construyó la infraestructura hidráulica para atender unas 2.000 hectáreas a través de cuatro balsas de regulación y un embalse con un volumen total de 1,4 hectómetros cúbicos.

El paso siguiente fue el convenio entre la Diputación y Acuaes, en el año 2010, para redactar el proyecto del resto de fases: 1, 2, 3, 5, 6, 7 y 8 y cinco años después se gestionó el estudio de impacto ambiental y de los bienes y recursos afectados. La declaración de impacto ambiental fue resuelta positivamente el 17 de enero de 2019 y apenas un mes después, Acuaes envió una carta a la comunidad de regantes Tumecillo anunciando que desestimaba su realización por el coste económico que suponía y por las condiciones que había establecido el estudio de impacto ambiental. En cuanto a este último condicionante, la principal razón era el embalse de Barrón que se considera sobredimensionado. En el apartado técnico el informe reconoce que se descartan varios recursos hídricos, que se limitan las cotas a las que se podría regar y que, por tanto, las hectáreas de regadío se reducen de las 11.525 previstas inicialmente a las 7.800 hectáreas. Si se reduce en más de 3.500 hectáreas la superficie regable el embalse no precisa del tamaño que se proponía.