- ¿Qué retos se marca a corto y medio plazo?

-Son muchos. Tenemos que seguir trabajando y haciendo acción comunitaria con las personas jóvenes, como ya hemos hecho con los talleres afectivo-sexuales y emocionales en los colegios. También con las familias, con los centros educativos y con los pueblos y cuadrillas. Hay que enseñarles a trabajar las emociones y, sobre todo, a mantener el respeto y ese no es no, no de boca sino de acciones. Se trata de ir educando poco a poco. También creo que esa educación tiene que ser más precoz de lo que hemos hecho hasta ahora. No podemos cambiar ciertas conductas cuando ya están en primero de Bachillerato, y hay que bajar poco a poco. Y en violencia machista hay mucho por hacer, y lo haremos en coordinación con el IFBS y el resto de instituciones.

Sobre su mesa está también el V Plan de Igualdad. ¿Qué novedades va a traer?

-Va a ser el primer plan que se hace con las técnicas de las cuadrillas, lo cual es muy importante. Y va a tener un aspecto clave como es el mainstreaming, el empoderamiento de las mujeres en todos los trámites de participación política. Hemos empezado este año por un sector muy masculinizado, los concejos, haciendo redes de mujeres. Y ha sido un éxito. También es importante todo el tema de las cláusulas de igualdad y formar al personal de las cuadrillas. Va a ser un año de mucho trabajo, pero no nos da miedo el trabajo, sino no estar a la altura de las mujeres del territorio.