El programa de detección precoz del cáncer de mama de Osakidetza ha tenido gracias a su amplia aceptación social un impacto enorme en las cifras de supervivencia a esta enfermedad. Se trata, según los datos de la Asociación española contra el cáncer (AECC), del tumor más frecuente entre las mujeres y el segundo entre la población general, por detrás del de colon, y solo el pasado 2019 registró en el conjunto del Estado un total de 33.307 casos nuevos. Más de 90 al día.

Sin embargo, gracias fundamentalmente a este cribado masivo y generalizado, que con el tiempo ha ido extendiéndose también a otros muchos territorios, más del 90% de las personas que padecen cáncer de mama logran sobrevivir a la enfermedad cinco años después de su detección.

Al ser generalmente un diagnóstico más temprano, el pronóstico es también mejor y, en consecuencia, permite la realización de cirugías menos invasivas, lo que a la larga implica asimismo una mejor recuperación. Aunque puede hablarse de un tumor de mujeres en un amplísimo porcentaje, también puede afectar a los hombres.

El screening de Osakidetza se puso en marcha en el marco de un plan piloto tanto en Araba como en el Alto Deba en noviembre de 1995, antes de extenderse por el resto de la CAV, por lo que acaba de cumplir 25 años de vida. “La detección precoz sigue siendo muy importante”, remarca en declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Jone Altzibar, coordinadora del programa del Servicio vasco de Salud.

Desde sus inicios, la participación de las alavesas en este cribado se sitúa en un 85,3%, una tasa que es incluso superior a la media vasca, que ronda un nada desdeñable 80%. Las miles de mamografías que se realizan anualmente en Euskadi -solo en 2019 fueron 126.022- han logrado detectar durante todo este tiempo más de 10.000 cánceres en la CAV.

José Ángel López, jefe de la unidad de Gestión clínica de Obstetricia y Ginecología de la OSI Araba, reconoce también en conversación con este periódico las virtudes de un programa que “ojalá existiera para el resto de la Oncología”.

López está viviendo en su consulta del HUA-Txagorritxu unos “meses muy atípicos” debido a la pandemia, marcados por la reconversión de muchas consultas a no presenciales, pero en los que el centro ha “priorizado” las cirugías urgentes oncológicas por encima de todo.

La mitad de los quirófanos a disposición de su unidad se están dedicando durante la pandemia a esta actividad prioritaria, cuando en condiciones normales lo hacen “al 37 o 38%”.