- Nuevo baile de cifras en cuanto al seguimiento de la primera de las tres huelgas en la sanidad pública vasca, que comenzó ayer en Álava y continuará el 5 de noviembre en Gipuzkoa y el 12 de ese mes en Bizkaia, para reclamar “soluciones reales a la graves carencias estructurales” del sistema. Unos recortes que de forma rotunda niega el Departamento vasco de Salud.

Así, mientras que el Gobierno Vasco cifró el apoyo en un 7,3% durante toda la jornada, siendo de un 9,6% entre el de enfermería, de un 8,5% entre el personal facultativo, y de un 5,2% en el resto de categorías profesionales, para los sindicatos convocantes, ELA, Satse, SME, LAB, CCOO, UGT, ESK, SAE y UTESE, fue todo un “éxito” el paro de 24 horas, que comenzó a las 22.00 horas del miércoles y acabó a las 22.00 horas del jueves, al que estaban llamados tanto los trabajadores de Osakidetza, como los de las subcontratas, al ser “el mayor de las ultimas décadas en el ámbito de Osakidetza Araba, igualando o incluso superando las tres convocatorias del año pasado en Atención Primaria”.

Y para muestra, como argumentaron, las puertas de los diversos centros, donde a las once de la mañana salió de forma “masiva” el personal a denunciar su situación, “con el ejemplo de la concentración, que se celebró en el HUA Txagorritxu” a esa misma hora. “La huelga ha supuesto la paralización de consultas, así como la suspensión de actividad programada de los centros. Podemos afirmar que en numerosos centros de salud se han atendido exclusivamente las urgencias”, celebraban desde ESK.

Como destacaba Elena Gerenabarrena, enfermera, y representante del sindicato ELA, “la incidencia de la huelga ha sido muy importante porque a pesar de los servicios mínimos amplios que había, que se han encargado muy bien de poner como los de un sábado, por lo que prácticamente todo el mundo tenía que trabajar, la ha secundado mucha gente”.

Como ilustró, las áreas de atención al paciente de 10 centros de primaria de Álava amanecieron cerradas, “ya que todas las trabajadoras han secundado la huelga”. Y lo mismo pasó con toda la enfermería que está haciendo la vacunación de la gripe en el Iradier Arena, que pararon ese día esta actividad, “porque allí hay enfermeras eventuales”.

No en vano, la protesta también quiere ser la voz de alarma de un sector “en el que no solo se han deteriorado las condiciones de trabajo, sino que requiere de forma urgente una mayor inversión en medios humanos y materiales para garantizar la atención de calidad y atender la creciente demanda de atención sanitaria que exige la pandemia en la población de Euskadi, pero también para hacer frente a toda la actividad ordinaria habitual. Estamos ante problemas estructurales que vienen de lejos”, censuraba su comunicado.

Como denuncia Silvia Sánchez, liberada sindical de CCOO, “Osakidetza no se pone en contacto con nosotros. Llevamos desde junio haciendo movilizaciones, porque se está uniendo la plantilla, puesto que está exhausta, por el agotamiento que tienen desde marzo con esta situación. No ven la salida y eso les está haciendo estar mal física y psicológicamente. Pedimos más contrataciones. La Atención Primaria ahora mismo no puede más. Atienden a muchísimos pacientes y no dan abasto”.

Y lo mismo opina el ginecólogo Daniel Paz, ya que “aquí hay dos problemas: uno es el del covid, porque no estamos preparados con el personal que tenemos para afrontarlo, porque venimos muy cansados de la primera ola. Aquí no se aumenta el personal y estamos como si no lo hubiéramos visto de antemano y luego, estamos reclamando poner una solución a la eventualidad porque el 40% de la plantilla es temporal”.

Un dato en el que incidía Gabriel Pérez, enfermero delegado del sindicato Satse: “La gente está sufriendo con contrataciones indecentes, que podrían ser de mayor calidad. Por eso existe la llamada fuga de cerebros porque fuera se encuentran mejores condiciones, al tener allí una situación laboral mucho más consolidada”.

“La incidencia de la huelga ha sido muy importante a pesar de los servicios mínimos”

Enfermera y representante de ELA

“La fuga de cerebros existe porque fuera encuentran mejores condiciones laborales”

Enfermero del sindicato Satse

“Los trabajadores estamos con una PCR que nos hicieron hace ya dos meses”

Transporte sanitario colectivo

“Hay dos problemas: el del covid, porque no hay más personal, y el 40% del personal eventual”

Ginecólogo

“La plantilla está exhausta. La de Atención Primaria ahora mismo no puede más”

Liberada sindical de CCOO