- La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha hecho público su informe anual de plaguicidas para el año 2019. El documento recoge los datos de control y vigilancia de la contaminación de origen agrícola en las aguas superficiales de la cuenca del Ebro, en cumplimiento de la Directiva Marco de Agua y las directivas complementarias sobre sustancias peligrosas.

Entre los 21 puntos de control se han detectado cuatro incumplimientos de las normas de calidad ambiental teniendo en cuenta la concentración media anual, dos de ellos en el Barranco de La Violada/La Pardina, una en el Zadorra/Salvatierra y en La Clamor Amarga/Zaidín.

También se han detectado incumplimiento de las normas pero de forma puntual en tres puntos: Zadorra/Salvatierra (en cuatro ocasiones); Jiloca/Daroca (en una ocasión) y Clamor Amarga/Zaidín (dos ocasiones).

En Álava, la CHE tiene puntos de control en Salvatierra/Zadorra y en el río Alegría, en Matauco, cerca de Vitoria. Asimismo, toma muestras en el río Najerilla, que desemboca en Torremontalvo, enfrente de Baños de Ebro, en la zona de la central hidroeléctrica.

En el caso del río Alegría, la plataforma Zadorra Bizirik reclamó la pasada primavera a Amvisa a través de una nota de prensa a iniciar las acciones necesarias para garantizar los caudales ecológicos de los ríos que trasvasan sus aguas al canal del río Alegría.

A juicio de Zadorra Bizirik, esta infraestructura, propiedad de Amvisa (sociedad municipal encargada de la gestión del agua en Gasteiz), “se ha convertido en una trampa habitual, y muchas veces mortal, para la fauna local: corzos, liebres o erizos”. Además, “en el canal se producen vertidos sin tratamiento alguno provenientes del aliviadero de la EDAR de Dulantzi, en periodos de fuertes precipitaciones”, entre otras irregularidades. Desde la plataforma se considera que “actuando sobre las azudes/presas que desvían el agua de los ríos al canal e incorporando rampas de escape para animales que caen al canal, parte de la problemática podría ser corregida.

En general, los meses con mayores concentraciones en todos los puntos muestreados fueron los de mayo y julio y entre las sustancias localizadas en el laboratorio se detecta un aumento del número de plaguicidas utilizados respecto a los últimos años: Atrazina, Simazina, Terbutrina y Desetilatrazina, que apenas habían aparecido en controles anteriores.

También se ha realizado seguimiento de la presencia de plaguicidas en las estaciones que controlan los puntos de captación de agua para abastecimiento (la denominada Red Abasta) y donde los resultados confirman que existe baja presencia de estas sustancias. En estos puntos, además, con un tratamiento de potabilización adecuado, el agua de consumo humano queda exenta de plaguicidas.

El informe de la Confederación Hidrogáfica del Ebro incluye una recomendación para las comunidades de regantes para minimizar la afección por el uso de una serie de plaguicidas que se incluyen en las listas de sustancias peligrosas y de sustancias en observación.

“Entre los 21 puntos de control se han detectado cuatro incumplimientos”

“Los meses con mayores concentraciones en todos los puntos fueron los de mayo y julio”

Informe de plaguicidas para el año 2019