La Ertzaintza sigue buscando a Jesús Gil Peláez, condenado por asesinar a su esposa Alicia Arístegui en Villava en 2002, que el pasado sábado apuñaló a su pareja sentimental en Vitoria, a la que hirió gravemente, en presencia de su hija de 12 años, y que posteriormente se dio a la fuga.El hombre se encuentra en tercer grado penitenciario porque cumple condena en la prisión de Pamplona después de que en 2003 fuera condenado a 22 años de cárcel por asesinar con alevosía y ensañamiento a su esposa de cinco apuñaladas en una parada de autobús de Villava en abril de 2002.

En una calle del barrio de Salburua de la capital alavesa, en el que reside en una vivienda compartida, el hombre acuchilló el sábado a una mujer de 40 años con la que, según han informado a Efe fuentes cercanas a la investigación, mantiene una relación sentimental y con la que había pasado la noche anterior. Hasta ahora no se conocía si entre los dos había únicamente una relación de vecindario.

El ataque, que está siendo investigado por la Ertzaintza, se produjo en presencia de la hija menor de la mujer, que sufrió algunos rasguños no se sabe si como consecuencia de un ataque directo del agresor o porque la niña intentó mediar en la situación.

Ambas fueron trasladadas al hospital de Txagorritxu de Vitoria, la mujer con heridas de gravedad, aunque no se teme por su vida, y su hija para ser sometida a un reconocimiento.

La Policía autonómica inició la misma mañana del sábado la búsqueda de este hombre que lleva una pulsera de control telemático que registra las entradas y salidas de su piso, pero no es un sistema que pueda servir como geolocalizador.

El presunto agresor antes de la condena por el asesinato de su esposa ya había sido condenado a tres años y medio de presión por los malos tratos físicos y psicológicos y las amenazas cometidos desde el inicio de su matrimonio con Alicia en 1987 hasta abril de 2002 cuando acabó con su vida en el momento en que la mujer se encontraba en una parada de autobús después de dejar a sus hijos en el colegio.

El Ayuntamiento de Vitoria ha mostrado su "más enérgica condena y rechazo" ante esta agresión machista y ha convocado una concentración de cinco minutos a la una de este lunes en la Plaza Nueva, a la que ha animado a la ciudadanía a sumarse respetando las medidas de seguridad por la pandemia de coronavirus.

El consistorio, que se ha adherido también a los actos de rechazo organizados por el movimiento feminista, ha activado el protocolo de respuesta ante la violencia machista y mostrado así mismo todo su apoyo y cercanía a las víctimas -la mujer y su hija menor- y a su entorno, al tiempo que ha puesto a su disposición los recursos psicológicos, jurídicos, sanitarios y de protección que requieran.

La Junta de Portavoces del Ayuntamiento también ha recordado en una nota que la violencia machista es una grave vulneración de los derechos humanos y un problema social que atenta contra la dignidad y la integridad física y moral de las mujeres y personas LGTBI que la sufren y la enfrentan.

Desde el Gobierno Vasco, el Instituto de la Mujer, Emakunde, se ha sumado a las voces de condena de este ataque, ha mostrado su apoyo a las víctimas y ha anunciado que su directora, Izaskun Landaida, y la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, participarán en la concentración convocada por el Ayuntamiento.