- El verano está a punto de llegar a su fin, un periodo estival que este año ha venido marcado, y así lo describe la agencia vasca de meteorología, Euskalmet, por el ambiente seco y las temperaturas altas, que aún estos días se resisten a abandonar Araba y el resto del territorio, con máximas que llegan a superar, aún en septiembre, los 25 grados.

El viento sur ha conllevado incluso que esta semana en algunos puntos de Araba se registre la noche más calurosa, más concretamente a principios de la misma. Y es que, en esta ocasión, son dos los calificativos con los que se puede describir estos meses: secos y cálidos, con dos efemérides para el recuerdo; en julio se registró la máxima más alta para un mes de julio, el día 30. Según Euskalmet, la situación obligó aquel día a emitir una alerta naranja por temperaturas altas extremas en todo el territorio (en la estación de Saratxo, por ejemplo, tuvieron un valor de 40,3º , cuando el anterior récord fue de 39,8º en 2019). Las mínimas también fueron altas. En la zona del eje del Ebro se superaron los umbrales de temperaturas altas persistentes (Moreda 22,7º, Páganos 20,9º, Zambrana 15,9º).

Ésta no ha sido la única temperatura alta del mes, ya que recuerdan desde Euskalmet que desde el día 27 se dieron episodios de calor intenso, si bien breves. Concretamente ese día 27 se recogió el primer aviso amarillo por temperaturas altas extremas. "En el sur de Araba fue donde se registraron las máximas de la Comunidad Autónoma Vasca, con 38,2º en Kanpezu, 38º en Zambrana o los mismos 38 en Moreda", informan.

El otro dato reseñable es el de la mínima más baja para un mes de agosto. Se dio el día 31, y la mayoría de estos registros se recogieron en Araba. En Iturrieta, por ejemplo, la mínima fue de 1,6º, y el anterior récord, registrado en 2006, fue de 1,9º. En Espejo, por su parte, se recogieron los 2,8º y en Tobillas 2,2º. En Vitoria, además, la mínima fue de 4,9º en esa jornada. En general, tampoco se han dado situaciones de meteorología adversa, salvo avisos por calor o riesgo de incendios forestales.

Onintze Salazar, meteoróloga de Euskalmet recuerda junto a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA algunos de los eventos que se han producido estos meses. "No todos los veranos se comportan de igual manera. Vemos que se sigue manteniendo la tendencia de veranos cálidos, a falta de que termine septiembre, pero los meses de julio y agosto han sido cálidos, incluso en algunas zonas muy cálidos", describe.

Esta tendencia respalda que el ascenso de las temperaturas, ligado al cambio climático, se está notando. Para obtener esta información -recuerda- toman como referencia las temperaturas medias, y el resultado es, como explica la meteoróloga, "entre cálido y muy cálido".

En lo que a precipitaciones se refiere, reconoce que han sido meses "muy tranquilos", que no ha habido muchas situaciones adversas. En el mes de julio, por ejemplo, en la Llanada alavesa solo llovió un día. En Vitoria, en todo el mes, solo se registraron 3,2 litros y todo se dio prácticamente en un día. "En Zambrana se dieron 3,7, en Kanpezu 4,5, Salvatierra 5,5 y el máximo en Páganos, con 7,6", rememora.

En general, ha sido, especialmente en Araba, "bastante menos" de lo que debía llover en julio, "ha llovido muy poquito". En agosto, por su parte, hay algunas excepciones en Rioja Alavesa que hacen que acabe siendo húmedo, aunque Salazar recuerda que "no es porque haya llovido muchos días, sino que hemos tenido tormentas algo más intensas, y con esas se ha llegado a recoger más litros". Y es que, en Valles alaveses solo hubo 5 días de lluvia salpicados a lo largo de todo el mes.

El 11 de agosto, al fin y al cabo, se dieron chubascos de carácter tormentoso que cayeron con "intensidad moderada" sobre la vertiente mediterránea, esta vez por una dana (o gota fría) sobre la Península, que dejó en Páganos 14.1 mm/h, en Navarrete 12.4 mm/h, y en Subijana 12.1 mm/h. Ésta acabó saliendo por el Cantábrico al día siguiente.

Además, la situación tampoco está cambiando en lo que va de septiembre, que se está viendo marcado, al menos hasta mediados de semana, por "poca lluvia". A falta de los datos definitivos, que llegarán cuando acabe la segunda quincena del mes, no se están dando grandes cambios. "Como sigue acortándose el día, y faltan quince días, lo normal es que vaya bajando la temperatura. Septiembre está siendo caluroso, pero falta la segunda quincena, así que hasta tener todos los datos no podemos calificar cómo ha terminado", informa.

Este fin de semana, sin embargo, ya dentro de la segunda quincena, ha estado marcado por la inestabilidad con posibles chubascos. "El día más generalizado fue el viernes; y aunque las temperaturas hayan bajado, sigue haciendo calor. Lo más probable es que a partir de la segunda quincena de septiembre empiecen a bajar. Se empiezan a ver ya algunos cambios para la segunda quincena, pero es inestabilidad, también muy típica del verano", introduce además Salazar.

Javier Torre, presidente de UAGA, afirma a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que la climatología este año ha sido propicia para enfermedades de hongos, tanto en cereales como en viña. Recuerda que desde septiembre, que empieza una nueva campaña, comenzaron la temporada con sequía, después estuvo dos meses "lloviendo bastante", pero "este año ha sido a golpes; lluvia, sequía, lluvia, sequía, etc.". Coincidiendo con los datos de Euskalmet, recuerda que este verano ha estado marcado por el calor, pero que "ha habido días de temperaturas bajas para las fechas que estamos. Después de julio, al no llover, las praderas sí estaban más secas de lo habitual, pero dos meses antes tenían más lluvia incluso de la habitual".

En el mes de junio, por ejemplo, y antes de la llegada del verano, las temperaturas medias fueron normales, frías en el sur de Araba. "En lo que llevamos de siglo, se trata de uno de los junios más fríos", recoge Euskalmet. Este año, además, que tenían pensado empezar a cosechar más temprano, les coincidió con la primera semana de julio, cuando se registraron mínimas "muy bajas. También hace pocos días estuvimos en temperaturas muy bajas. No es normal que bajen tanto las temperaturas, pero tampoco lo es cuando por las noches no baja tanto. Los cambios de temperatura alteran el ciclo; y probablemente es por eso que estamos viendo árboles a los que se les han caído las hojas de secas, a raíz de esas bajadas de temperatura, que igual le hace asociarlo con que ya llega el otoño", asegura Torre. El tiempo, algo impredecible y difícil de medir con exactitud a largo plazo sigue haciendo que agricultores miren al cielo cada vez que van a empezar a cosechar, porque de lo que suceda en lo meteorológico depende en gran medida el resultado, ya que como asegura Torre, las temperaturas y las precipitaciones pueden marcar también si ese año las cosechas sufrirán más o menos enfermedades o presencia de hongos. Torre quisiera, en ese sentido, que las temperaturas fueran "más normales, más suaves", y alguna lluvia, aunque matiza que "no grandes" para que se puedan hacer las labores y las cosechas correctamente.

Disperso. En junio, un acontecimiento que tuvo un impacto negativo -informó Euskalmet- sobre los cultivos en el eje del Ebro fue el granizo, que provocó daños "sobre todo en viñedo y cereal (Herrera 8.6 mm/h, Zambrana 7.4 mm/h, Páganos 7 mm/h)". El presidente de UAGA recuerda, en ese sentido, que ha granizado dos veces este año, "pero ha sido bastante disperso y no ha sido generalizado". Afirma que hubo en la parte de Rioja Alavesa una zona, que fue donde más daño hizo. "Granizó más y llovió más fuerte por el mes de mayo, sobre los días 8 y 10. En algunas zonas teníamos hasta 80 litros por metro cuadrado. En unos echó 20, en otros 80, etc." Lo recuerda bien porque fue en la siembra del girasol, que algunos los tenían sembrados, y otros decidieron retrasarlo un poco. "Dañó algo el cultivo, porque estaban a punto de nacer".

Invierno. El presidente de UAGA, Javier Torre, espera que el invierno sea frío, "un término medio. El frío hace que la naturaleza se limpie, haya menos hongos y al año siguiente tengas menos enfermedades", concluye.

"No todos los veranos se comportan de igual manera. Se mantiene la tendencia de veranos cálidos"

Meteoróloga de Euskalmet

"El agricultor siempre mira al cielo. Esperemos que llueva algo y que las temperaturas se suavicen"

Presidente de UAGA