- Errasti responde sobre la próxima convocatoria de huelga en Educación y pide “diálogo” al recién nombrado nuevo consejero del ramo.

Con todo lo que ha pasado en los últimos meses, puede que ésta haya sido la vuelta al ‘cole’ más deseada para muchos de los ‘txikis’.

-Hay de todo. Hay muchas ganas de volver a estar con los compañeros, de jugar y de hacer cosas, pero este tiempo hemos hecho unos cuantos niños adictos a Internet y a los videojuegos. Es una preocupación y es una realidad. ¿Qué alternativa tenían? O la tele, o con tu hermano peleando en casa, las tabletas, los videojuegos... Y si ya estás acostumbrado a levantarte a las 11.00, cuesta cambiar esas rutinas.

Dentro de una semana, los sindicatos de la Educación han convocado una jornada de huelga para pedir más medidas que garanticen un regreso seguro a las aulas. ¿Comparten su posición?

-Ésta es la misma incertidumbre de la que estamos hablando, pero a otro nivel. Yo la tengo como familia y ellos la tienen como profesionales. Se les está exigiendo mucho. Entendemos su postura, pero es un añadido más, una carga más sobre las familias. Yo entiendo por qué lo hacen y que es una postura lógica en esta incertidumbre que estamos viviendo. Muchos de los profesionales han estado trabajando desde casa con los niños, preparando materiales... No han estado de vacaciones, por mucho que lo pueda parecer. Han tenido que inventarse la manera de dar clase. Entiendo que reivindiquen una dirección más clara y que no puede caer todo sobre sus hombros.

Ayer tomó posesión de su cargo el nuevo consejero de Educación, Jokin Bildarratz. ¿Qué le pediría?

-Diálogo, transparencia y ser valiente. Tomar decisiones, pero que sean dialogadas. Nada de imponer ideas, sino hablar, escuchar, dialogar, trabajar en equipo. Pero trabajar en equipo con todos. Con las familias, con los profesionales.... Vivimos en un espacio en el que todos tenemos cosas que aportar. Todos, sin excepciones. Se nos tiene que escuchar y hacer caso de vez en cuando.

¿Hasta ahora no se han sentido escuchados?

-Nos da la sensación de que se han hecho cosas sin contar con nosotros y nos hemos enterado a posteriori. Y eso no está bien. Cuando se cerraron los colegios aquí en Vitoria, el resto de Euskadi estaba más o menos prevenida porque nosotros servimos de ejemplo, pero es que fue de un día para otro. A las 12.00 se comunicó la noticia a los directores de los centros, y a las familias no. Nos enteramos por la prensa. Hay falta de comunicación. No se nos tiene en cuenta. Y la educación es todo. Al final hablamos de lo que más nos importa a todos, porque todos tenemos niños y niñas. Se trata de que entre todos y todas podamos construir muchas más cosas. Y en definitiva poner en valor la escuela pública, que es la manera de evitar también la marginación y de construir una sociedad para todos. La pública es la que está tirando del carro ahora mismo.