- El mercado baserritarra que va a albergar la plaza Juan Urrutia de Amurrio, entre las 10.00 y las 14.00 horas de hoy miércoles, va a tener más que productos de caserío. De hecho, la cita va a ser aprovechada por los vecinos que, tal y como dio a conocer DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, se han alzado en defensa de la memoria del maestro Lucas Rey mediante diversas movilizaciones que les han llevado a redactar escritos y a recoger firmas urgiendo a frenar "el desatino" que consideran supone quitar su nombre al colegio de educación Infantil y Primaria Lucas Rey-Matías de Landaburu y sustituirlo por el del barrio en el que se asienta: Mendiko Eskola HLHI.

"Llevamos más de 700 firmas y estamos convencidos de que superaremos el millar. Hoy miércoles saldremos con una mesa al mercado agrícola, el viernes estaremos en el paseo Elexondo y el sábado en la misa mayor del día de Nuestra Señora de la Asunción", explica Alfredo Cerrillo, uno de la decena de veteranos que inició las protestas, una vez se hizo público que el Ayuntamiento había dado el visto bueno al cambio de denominación, decidido por mayoría en el consejo escolar del propio centro, aunque aún debe refrendarse por el departamento de Educación del Gobierno Vasco.

De hecho, ésta es la última instancia a la que otros entendidos en salvaguardar del olvido el pasado de Amurrio, la asociación etnográfica Aztarna, se ha encargado de recurrir. "Mientras nosotros recogemos las firmas, a añadir al escrito que remitimos tanto al Ayuntamiento como al consejo escolar del colegio afectado, Aztarna está trabajando el tema burocrático. Hemos abierto varios frentes con el mismo fin: salvar la memoria de quien todos nuestros mayores hablaban maravillas", reitera Cerrillo.

Y es que, los impulsores de esta movilización civil no conocieron a Lucas Rey, pese a que lo de la niñez también les queda un tanto lejos, pero se han erguido en defensa de la memoria de sus antepasados y, en definitiva, la de todo un pueblo, redactando un escrito que recoge el legado principal del viejo profesor, porque están convencidos de que, quienes han tomado la decisión de solicitar el cambio de nombre, no son conscientes de la importancia de su figura.