- Un nuevo informe del servicio de Enología y Viticultura de la Diputación, la Casa del Vino de Laguardia, analiza la evolución fonológica en los viñedos de la comarca, donde todo apunta a que con el comienzo del envero se van a frenar las consecuencias del mildiu y el oidio, aunque se aconseja estar atentos a los brotes de botrytis.

De acuerdo con este informe, la última quincena de julio ha presentado variables meteorológicas propias del verano. Al principio con jornadas más frescas y brisas suaves para, en los últimos días, ascender las temperaturas y registrar datos muy por encima de los 30 grados. En este periodo se han sucedido amenazas de tormentas, sin apenas precipitaciones, pero con bochorno durante el día. Jornadas con noches frescas unido a la elevada humedad ambiental han propiciado rocíos matinales.

Como se viene informando, las condiciones atmosféricas desde la primavera han propiciado el desarrollo de la enfermedad fúngica del mildiu. El esfuerzo de los viticultores para su contención ha sido enorme, aunque no haya podido evitar mermas de rendimiento con mayor intensidad en la mitad occidental de Rioja Alavesa y en las proximidades del Ebro. En fechas más recientes el viticultor también se ha enfrentado al oídio, que ha atajado convenientemente mediante tratamientos sin provocar daños apreciables.

En estos momentos, buena parte del viñedo se encuentra con el envero iniciado, ya avanzado en las áreas más orientales y al sur de la comarca. Supone esta fenología un adelanto de una semana a diez días respecto a las fechas habituales. Aquellos viñedos que sufrieron lesiones y deshojados, bien por el mildiu o pedrisco, están más retrasados. No obstante, la suficiente disponibilidad de agua en el terreno y las altas temperaturas están facilitando una rápida evolución, según resalta el reciente informe de la Casa del Vino.

El consejo que se da a los viticultores es que se continúe con los tratamientos periódicos para mantener protegida la viña en todo momento y con las labores culturales de deshojado y desnietes, que facilitan la aireación de los racimos y la penetración de los productos fitosanitarios. Se puede observar en la mayoría de los viñedos que, a pesar de la presión existente, tanto el mildiu como el oídio están controlados. Una vez se alcanza la fase de envero actual, estos hongos dejan generalmente de causar complicaciones para la viña.

En lo que respecta a los insectos patológicos para la viña, se está en pleno apogeo del vuelo de la segunda generación de polilla, iniciado ya desde hace días en la zona más al sur y oriental de Rioja Alavesa, por lo que aquellos viticultores que no han optado por la lucha biológica están realizando tratamientos para evitar posibles focos de botrytis por las heridas que las larvas causan en el fruto.

En conclusión, la Casa del Vino afirma que en estas fechas se puede evaluar ya la cantidad de uva viable que pudiera alcanzar la vendimia, mermada en algunas áreas de Rioja Alavesa por el mildiu y localmente por los pedriscos puntuales de mayo y junio. En general la uva está sana, los granos o racimos atacados por el mildiu o dañados por impactos de pedrisco están secos, los racimos son alargados y las uvas están sueltas. Con todo, si las condiciones se mantienen y no se producen accidentes meteorológicos inesperados, la producción alcanzará en la mayoría de las explotaciones los rendimientos máximos marcados para esta campaña por el Consejo Regulador con previsible buena calidad.

En el área de Arabako Txakolina las temperaturas han sido elevadas y, lo mismo que en Rioja Alavesa, en los últimos días no ha habido precipitaciones reseñables. Con estas condiciones, el viñedo sigue vegetando bien, aunque empieza a presentar síntomas de falta de agua. Como ya se daba cuenta en el anterior informe, se mantiene el adelanto del cultivo en al menos una semana respecto a lo habitual, encontrándose el viñedo en su gran mayoría a pocos días del inicio del envero.

En definitiva, en una campaña en la que el viñedo para txakoli apenas ha sufrido de mildiu, al contrario de otras zonas atlánticas, el estado sanitario es muy satisfactorio.

Covid-19. Los temporeros que acudan a la vendimia este año encontrarán en La Rioja la obligatoriedad de cumplir un protocolo destinado a "maximizar la seguridad sanitaria" ante el covid, con el fin de conjugar la continuidad de la actividad agraria. El documento incluye unas fichas con las recomendaciones para el trabajador y para el empleador con precauciones o hábitos de higiene, entre otros asuntos para, desde la responsabilidad individual, contribuir a minimizar los contagios. La información será traducida al inglés, francés, árabe y portugués. Entre las recomendaciones figura que el uso de la mascarilla será obligatorio en las tareas agrícolas o que el empleador deberá tomará a diario la temperatura de los temporeros. La distancia de seguridad deberá mantenerse en 1,5 metros en todo momento.