l coronavirus está provocando auténticos socavones en todos los ámbitos de la economía, pero si ahora mismo hay un sector en el que se echan las manos a la cabeza por las consecuencias de la pandemia es sin duda el turismo.

Pasada más de la mitad del mes de julio y con agosto empezando a asomar a la vuelta de la esquina, en Álava tanto los establecimientos hoteleros, en lo que a los que llegan respecta, como las agencias que gestionan los viajes de los alaveses sufren ya las derivaciones de una crisis sanitaria y financiera en la que cada jornada las noticias que surgen son menos halagüeñas que las del día anterior. Y es que los rebrotes, las nuevas medidas como la obligatoriedad de llevar mascarilla y la incertidumbre generalizada hacen cada día “un poco más difícil” mejorar la confianza de la gente en viajar.

“Las expectativas son complicadas. En Álava ahora mismo manejamos una estimación de ocupación en julio de un 25%, frente al 82% del año pasado. Y en agosto tampoco mejora mucho, porque tenemos una expectativa de ocupación en el sector hotelero alavés del 30%, frente al 90% de ocupación que tuvimos en 2019”, explica Elena Martín, presidenta de SEA Hostelería. La responsable del hotel Jardines de Uleta pone en cifras una realidad dura para los hoteles de la capital alavesa, donde las reservas llegan con cuentagotas y en unas condiciones, también económicas, muy diferentes a las de la era previa al covid-19.

“Ahora mismo existe tanta incertidumbre, es todo tan incierto, que es muy difícil anticipar nada y predecir cuándo podremos salir de ésta, cuando ahora estamos como estamos y con las noticias que van saliendo cada día complican más las cosas”, apunta Martín.

Para este verano, los escasos turistas que llegan a Vitoria lo hacen, sobre todo, con las “lógicas” reticencias que suponen hoy en día desplazarse a otra ciudad. “La gente que reserva tiene miedo, y a veces plantean unas exigencias que obedecen lógicamente al momento que vivimos pero en las que al final tampoco tienes claro hasta qué punto puedes acceder a ellas o no. Al final los hoteles estamos toreando un poco la situación como podemos. Con los desayunos, por ejemplo, está la duda de si buffet sí o buffet no, depende los clientes que tengas lo haces de una forma u de otra… Siempre cumpliendo por supuesto la normativa actual, en la que además tenemos que actualizarnos cada día”, reconoce.

La primera petición que los turistas, primordialmente nacionales, ponen sobre la mesa a la hora de reservar es una constante en todos. “No quieren ningún compromiso. Lo primero que te piden es que la reserva la puedan cancelar en cualquier momento, algo lógico y normal en esta situación. Al final estamos todos así, sin poner prepagos a las reservas porque lo mismo puede cancelar el cliente que nosotros, porque no sabes qué va a pasar”, asume la presidenta de la patronal alavesa de hostelería. El problema es que, una vez pase un verano que el sector turístico da ya por perdido, la incertidumbre por cómo estarán las cosas más allá de septiembre se cierne igualmente sobre los hoteles de Vitoria.

“En otoño la actividad congresual es importante, pero ya hay muchos que se han cancelado y que se van a perder. A eso le sumas todos los eventos de este verano que no se están celebrando, como el Azkena, el Triatlón, las fiestas de Vitoria… El Ironman se ha pasado a octubre, pero habrá que ver qué pasa y no será lo mismo que hacerlo en pleno verano. Al final cuando la gente llama para cancelar una reserva te cuentan que ellos mismos están preocupados con lo que va a pasar de cara al año que viene con todos estos eventos”, concluye Martín.

Y si complicada es la situación en todo lo relacionado con los turistas que llegan a Álava, la cosa no mejora mucho en lo relacionado con los alaveses que quieren viajar fuera del territorio este verano. El miedo, de nuevo, y la incertidumbre con los destinos internacionales, donde muchos países limitan la entrada en función de la procedencia, y también a nivel nacional, con rebrotes que surgen de un día para otro en distintos puntos del Estado, generan una niebla de la que las agencias de viaje de Gasteiz no ven salida.

“Calculo únicamente un 10% de facturación respecto a las ventas del año pasado”, cifra Meltxor Valle, de Viajes Irache. “Al principio la situación se empezó animando, pero con los rebrotes y la incertidumbre las ventas van produciéndose muy lentamente”, admiten desde el establecimiento de la calle Gorbea, que nota “cierta reticencia en los alaveses” a viajar. “Los que se animan buscan obviamente poder cancelar sus reservas sin gastos y destinos no muy saturados, aunque este año no creo que los haya porque se prevén ocupaciones máximas del 30% de media en los hoteles abiertos a nivel nacional en pleno es de agosto”, asegura Valle.

En su caso, el cliente más habitual en estas fechas no es el que llega en busca de un viaje por turismo, sino sobre todo “se están vendiendo billetes de avión a y desde los países de origen de la numerosa colonia inmigrante de Vitoria”, resalta. El resto, vitorianos que buscan “destinos nacionales de costa e interior, circuitos en autobús o viajes a islas a las que se puede volar desde el aeropuerto de Foronda”. El turismo al extranjero “está prácticamente parado por las restricciones a muchos países, que cambian día a día”. Así que, en esta tesitura, la labor más habitual en las agencias está siendo “gestionar cambios de reservas ya efectuadas y reembolsos”. “Las perspectivas son malas, pero hay que dar servicio a los clientes aunque no obtengamos rentabilidad, teniendo los mismos gastos y sin ayudas o exoneración de impuestos. Este año está totalmente perdido, pero a ver si la situación va mejorando y nos podemos recuperar para 2021 porque al final la gente tiene muchas ganas de viajar”, concluye.

La presidenta de SEA Hostelería asume que “ahora mismo existe tanta incertidumbre, es todo tan incierto, que es muy difícil anticipar nada y predecir cuándo podremos salir de ésta”.

El responsable de Viajes Irache calcula que únicamente está teniendo “un 10% de facturación respecto a las ventas del año pasado”.

30%

La presidenta de SEA Hostelería anticipa una expectativa de ocupación en el sector hotelero alavés para agosto del 30%, frente al 90% de 2019.