- Ayer dio comienzo la campaña de la cosecha de la sal en el Valle Salado de Añana, en un acto que estuvo presidido por el diputado general de Álava y presidente de la Fundación del Valle, Ramiro González, y en el que participaron el gerente de la institución, Daniel Solana, los cocineros Jon Gil y Luis Hernani, coordinadores del proyecto #PonTuGranitodeSal y el también restaurador Edorta Lamo.

González agradeció su solidaridad a los chefs participantes en el programa #PonTuGranitodeSal, por "apoyar uno de nuestros grandes patrimonios, la sal de Añana, dotándose de imaginación, de adaptación y, sobre todo, de cariño por lo nuestro". "Quiero agradecer a los cocineros que hoy nos acompañan su apoyo incondicional al trabajo bien hecho del Valle Salado, a esta manera de hacer las cosas, única en el mundo, sin perder las raíces, y con compromiso por la sostenibilidad social y medioambiental de sus pueblos".

Previamente intervino el gerente de la Fundación para dar cuenta del balance del año anterior. Daniel Solana comentó que durante el año pasado se cosecharon 148.607 kilos de sal manantial y 20.013 kilos de flor de sal. En cuanto a su comercialización, las ventas tuvieron un importante crecimiento del 8,27%, cifra que no es fácil de conseguir en el sector alimentario que suele presentar medias de crecimiento más discretas a nivel general. Estas ventas, además de las directas, se han realizado a través de los canales que utiliza la marca Sal de Añana, que son las cadenas de supermercados y el canal horeca -acrónimo de hoteles, restaurantes y cafeterías-.

Solana también informó de que en los mercados internacionales "hemos tenido un protagonismo esperanzador, sobre el que queremos seguir trabajando para poder ganar presencia y notoriedad de marca, así como para incrementar los ingresos para reinvertir en todas las áreas necesitadas del Valle Salado de Añana". Japón lídera esas exportaciones con el 42% y le siguen Suiza, con el 15%, EEUU con el 11% y también se exporta a países como Alemania, Suecia, Portugal y República Dominicana entre otros.

Otra de las áreas de responsabilidad de la Fundación Valle Salado ha sido impulsar un plan de marketing ambicioso que va a incidir en la comercialización, posicionamiento de marcas y comunicación efectiva para llegar a los mercados objetivos en donde la Sal de Añana está llamada a operar. El plan se está desarrollando actualmente tratando de recuperar el tiempo perdido por causa de la pandemia.

Junto a la venta se ha desarrollado una importante actividad turística. El gerente del Valle Salado anunció que en 2019 se batió un récord histórico con 96.000 visitantes, de los que 13.029 fueron internacionales, arrojando un crecimiento frente a 2018 del 250%, procedentes de varios continentes, aunque principalmente de Europa. Además a finales 2019 el Valle Salado se incorpora a la Red internacional de turismo industrial (ERIH), que no sólo dio el visto bueno para ser miembros de esa prestigiosa guía turística, sino que además les otorgó el galardón Anchor point, es decir, que dentro de esa guía se reconoce al Valle Salado de Añana como enclave destacado y de alta notoriedad e importancia recomendado por la asociación. Solana también detalló las labores de rescate del enclave. Se ha finalizado el proyecto del itinerario medioambiental y se han recuperado varias zonas del Valle Salado, como las eras de arcilla en Las Altas, las eras de hormigón para producción en el Torno, las eras de arcilla en Santa María (junto a la iglesia de Santa María de Villacones) y las eras de arcilla en Bonifaz. En resumen, los elementos recuperados el año pasado fueron 214 eras, 23 pozos, 2 terrazos o almacenes de sal y 5 trabuquetes.

Entre las novedades de este 2020, fue el propio Ramiro González quien destacó dos grandes primicias que presenta el Valle Salado desde este verano. Ese es el caso de la nueva pasarela para ciclistas y peatones, inaugurada ayer, que conecta el Valle Salado con el lago Caicedo-Yuso, espacio natural protegido de la Red Natura 2000. Con una longitud de 22 metros, permite cruzar el río La Muera y acceder a la ruta verde desde las propias eras del Valle Salado, tanto a pie como en bicicleta. Ha sido posible gracias a una inversión de casi 150.000 euros del Departamento de Medio Ambiente, que ha incorporado también la restauración ambiental y paisajística del entorno de la iglesia Santa María de Villacones, junto a la creación de una nueva zona de picnic y descanso.

La segunda novedad es que se ha abierto la nueva ruta para personas con movilidad reducida. Se trata de una obra financiada por la Fundación Vital, que ha habilitado 420 metros de recorrido de ida y vuelta que permiten una vista general de las salinas muy destacable. Dentro de la estrategia de accesibilidad, el Valle Salado ofrecerá también a personas con movilidad reducida rutas en bicicleta adaptadas todoterreno. Además, se ha mejorado la maqueta para visitantes, para que las personas invidentes puedan conocer de manera táctil la arquitectura de la sal y descubrir cómo son las eras, los terrazos, trabuquetes y cuántos elementos forman parte de estas estructuras.

Tras dar cuenta de todas estas novedades, se inició con una presencia de invitados bastante más reducida que otros años, el acto simbólico de la cosecha, bajo la supervisión de Edorta Lamo y con Jon Gil y Luis Hernani, como cosechadores y finalmente se entregaron placas de reconocimiento a los restauradores que han colaborado con sus creaciones en la iniciativa #PonTuGranitodeSal cocinando sus platos con sal de Añana.

+250%

Es el crecimiento experimentado desde 2018 en cuanto a turistas extranjeros.