- Con la llegada de las campañas agrícolas, el Gobierno Vasco ha decidido establecer medidas para luchar contra las plagas del campo, máxime cuando ha tenido que reconocer la existencia en la comunidad autónoma de los siguientes insectos vectores de virus hortícolas: moscas blancas (Bemisia tabaci y Trialeurodes vaporariorum), trips occidental (Frankliniella occidentalis) y pulgón (Myzus persicae).

Su presencia es un anticipo de problemas y, por esa razón, se ha avisado la presencia de los siguientes virus transmitidos por estos insectos vectores: virus de la cuchara del tomate, el virus del bronceado, el virus de las manchas necróticas de la Impatiens, el virus Y de la patata y el virus del mosaico del pepino, así como el virus del mosaico del pepino dulce, virus del mosaico del tomate, virus del moteado verde suave del pimiento y el virus del moteado suave del pimiento que se transmiten por contacto.

A estos problemas se suma la inquietud generada por la preocupación y medidas que está adoptando el Gobierno de la región vecina, La Rioja, para prevenir la Xylella fastidiosa, tras la detección de la llegada a puerto de nuevas plantas infectadas procedentes, en este caso, de Estados Unidos. La Xylella fastidiosa es un patógeno que puede ocasionar graves daños en cultivos de gran importancia como en la vid, el olivo, los frutales de hueso y el almendro, así como en numerosas especies forestales y ornamentales, como el roble o la lavanda. Aunque los síntomas pueden variar mucho de unos cultivos a otros, en general provoca marchitez, decaimiento rápido y generalizado de la planta, secado de las hojas y ramas e incluso la muerte de la planta en los casos más graves.

Este patógeno se transmite de una planta a otra mediante la acción de insectos vectores, principalmente cidadélidos y cercópidos, que son hemípteros chupadores que se alimentan de los conductos de la savia. Actualmente se ha comprobado que las especies cigarra espumadora y el hemíptero Neophilaenus campestris, están presentes en La Rioja y son capaces de trasmitirla en campo.

De hecho, hay tal preocupación que desde 2017 el Gobierno riojano realiza prospecciones en parcelas de cultivo, a través de una malla de cuadrículas que cubre todo el territorio del valle riojano siguiendo el curso del Ebro. Entre los años 2017 y 2019 se han tomado un total de 382 muestras resultado de esas inspecciones, de las que en torno al 45 % corresponden a viña, otro 45 % aproximadamente repartidas entre almendro y olivo, y en torno al 10 % restante a otros frutales de hueso y nogal.

En el caso de los insectos vectores de virus hortícolas, el Gobierno Vasco ha desarrollado un programa de medidas de carácter fitosanitario y otras higiénicas. En el primer caso advierte de que es obligación de las personas titulares de explotaciones agrarias con cultivos hortícolas protegidos que sean huéspedes de insectos vectores de virus y de los virus a que hace referencia el decreto, aplicar las medidas de prevención y lucha de carácter fitosanitario. Entre ellas destaca adquirir material vegetal que proceda de viveros autorizados y conservar durante un año el pasaporte fitosanitario de las plántulas, así como el de las semillas que lo requieran. En el caso de hacerse el propio plantel, es preciso comunicarlo a la unidad de Sanidad Vegetal de los servicios de los diputaciones forales.

También ha decidido establecer el control biológico en los cultivos, realizando seguimientos de campo; promover el uso de productos fitosanitarios tan específicos para el control de la plaga como sea posible, y con los menores efectos secundarios para los organismos beneficiosos presentes en el cultivo. Asimismo, cuando el nivel de insectos vectores sea alto, desde antes del inicio del cultivo y por recomendación del personal técnico que asesora, se procederá a la utilización masiva de trampas cromotrópicas para el control, seguimiento y captura de insectos vectores, dentro del invernadero y en las antesalas.

En cuanto a las medidas de carácter higiénico, se ha dictaminado que es obligación de las personas titulares de explotaciones agrarias con cultivos hortícolas protegidos que sean huéspedes de insectos vectores de virus el arrancar y eliminar todas las plantas afectadas por virus desde el inicio del cultivo y en su periodo de crecimiento. En el caso de virosis que se transmiten por contacto, se eliminarán también las inmediatamente contiguas. En el caso de plantas afectadas por virus transmitidos por insectos vectores, estas se tratarán con insecticidas específicos antes de su retirada del invernadero. La destrucción de las plantas, en todos los casos, se realizará mediante entrega en contenedores cerrados a gestor autorizado, en cuyo caso se deberá expedir un justificante que acredite esta entrega y garantice su trazabilidad, mediante el enterrado de restos, o mediante fuego con la pertinente autorización para proceder a su inmediata destrucción.

Si los productores comprobaran que no pueden eliminar completamente la infección lo deben comunicar a los Servicios de Sanidad Vegetal de la correspondiente Diputación Foral, quienes tomarán las medidas oportunas. De la misma manera, se prohibe el abandono de los cultivos, que deberán mantenerse en un correcto estado fitosanitario, y se intensificarán las medidas de limpieza de restos vegetales y vegetación espontánea, en el invernadero y en los alrededores A esas medidas se suman las habituales de limpieza de útiles de trabajo, ropa y desinfección de tuberías de riego.