- Después de que el coronavirus hiciera saltar por los aires debido al confinamiento el lanzamiento previsto en marzo del globo meteorológico desde el patio del colegio Samaniego de Vitoria y de que este miércoles se tuviera que retrasar de nuevo por las rachas de sur que pronosticaban que iba a caer en el mar, en vez de en tierra donde sí se puede recoger, ayer, por fin, a la tercera fue la vencida. Entre aplausos de alumnos, madres, padres, profesores, radioaficionados y miembros de la agrupación astronómica Vizcaína, y hasta con el visto bueno del sol, Noski, las mascota astronauta de este colegio que intenta difundir el uso del euskera, presenció en primera línea, frente a una cámara GoPro, situada encima de una estación meteorológica, cómo la misión SamanieGORA Goaz! se cumplía con éxito, cuando a las 11.30 horas, una hora después de lo previsto, se soltaba poniendo fin así a la última parte de este proyecto, cuyo objetivo es acercar la ciencia a los jóvenes y en el que han participado 700 alumnos, desde los de Infantil, que han diseñado la mascota, a los de Primaria, que han puesto a prueba sus dotes musicales grabando la banda sonora de este proyecto que suena al Space Oddity, de David Bowie, hasta los de Secundaria que han participado en su robótica. "Lo que estamos viendo ahora mismo es el final de un proceso de casi dos años y medio, desde que pedimos la subvención. El proyecto empezó en septiembre y la parte final es el lanzamiento de la sonda meteorológica, que corresponde a este globo de helio con esta caja que lleva antenas de radioaficionado para localizarlo por GPS porque sube 33 kilómetros más o menos, según las previsiones, hasta la estratosfera, y cuando está allí explota, porque ya no hay presión atmosférica, cae en picado, aunque tiene un paracaídas para que no lo haga abruptamente, pero por esas señales de radio vamos a saber dónde cae", explica Jon Mugika, profesor de Física y Química de 4º de ESO.

Nada podía fallar tras tantos meses de esfuerzo. Por esta razón, los preparativos comenzaron poco antes de las nueve mañana cuando comenzó a llenarse el globo con unos cinco metros cúbicos de helio. Y cerca, en una carpa, se acaba de montar la caja en la que iba la estación meteorológica, diseñada por el método de robótica Arduino, en la que los alumnos han trabajado todos los jueves por la tarde, con el objetivo de medir la presión atmosférica, humedad relativa y altura. También llevaba dos cámaras para "grabarlo todo" y un GPS para saber las coordenadas de su lugar de caída, porque luego había que ir a por él, "como si fuese una búsqueda del tesoro". Hasta Zambrana, donde aterrizó a eso de las dos de la tarde.

Si bien, en lo que más se tardó fue en tener lista la caja. Como explicaba Carmelo, ingeniero electrónico de la Vizcaína, el mayor contratiempo fue el hecho de tener que cambiar una de las antenas que era nueva y que no hacían tierra, por lo que había que cambiar la configuración. De ahí que en esta cita tampoco podían faltar radioaficionados, como uno llegado de Donostia, que abría el maletero de su coche, aparcado frente a una gran antena, para mostrar que "con una batería del coche viejo y otra de repuesto, con un equipo de radioaficionado, y esta tablet, vamos a ir viendo como salen todos los datos de toda la información que va recogiendo el globo mientras va subiendo, y según su trayectoria, lo va emitiendo en directo", detallaba este hombre que hace una mano echó una mano en Aranzadi Ikastola, de Bergara, para soltar su globo.

"Esto es una misión. Nadie puede asegurar que salga bien", volvía a recordar Mujika poco antes de soltarlo. Pero al final todo fue viento en pompa poniendo así el mejor broche de oro a un curso tan atípico por la pandemia, como recordaba la directora del Samaniego, Cristina Arguijo, "este momento es de verdadera emoción porque significa darle un buen final de curso". Prueba de ello era el entusiasmo con el que grababa este momento desde su teléfono, Chistian García, de 4º ESO, que ha ayudado a programarlo en Arduino, acompañado de dos voluntarias: Olaia González y Michelle Piédrola, antiguas alumnas de este colegio, "Nos hace mucha ilusión. No todos los días se lanza un globo", decían. Todo gran trabajo en equipo gracias al cual, Noski, salió disparado y eso que no viajaba solo. Con él iban los deseos escritos de sus estudiantes, como el "No morirse", que nunca está de más pedirlo. Y menos cuando todas esas hojas ponían rumbo al cielo.

Trayectoria. El globo meteorológico se soltó a las 11.30 horas en el CPI Samaniego y aterrizó a eso de las 14.00 en Zambrana.

"Ese momento es de verdadera emoción porque significa dar un buen final de curso"

Directora del CPI Samaniego

"Calculamos que el globo subirá 33 kilómetros durante unas tres horas más otra de bajada"

Profesor de Física de 4º ESO

"Hemos tenido que cambiar una de las antenas que era nueva y que no hacía tierra"

Agrupación astronómica vizcaína

"Vamos a ir emitiendo en directo, por internet, toda la información que recoja el globo"

Radioaficionado llegado de Donostia

"Nos hace mucha ilusión verlo y haberle dado forma. No todos los días se lanza una sonda"

Participante y voluntarias del proyecto