- El Ayuntamiento de Asparrena ha denunciado agresiones contra el patrimonio cultural sufridos en la Llanada. El 22 de junio convocó en Araia una reunión interinstitucional e interdisciplinar al objeto de señalar, debatir y poner en conocimiento la realización, más o menos continuada, de acciones contra el patrimonio arqueológico en la comarca respondiendo a experiencias vividas tanto por asociaciones de protección del patrimonio como arqueólogos.

Losayuntamientos de Asparrena, Agurain, la Cuadrilla, la Diputación, arqueólogos, asociaciones de protección, investigación y difusión del patrimonio, así como miembros del departamento de Seguridad de Gobierno Vasco compartieron experiencias, dudas y estrategias en la lucha contra las diferentes agresiones que se vienen dando, tanto en prospecciones arqueológicas de la comarca como en lugares de presunción arqueológica de diferentes puntos de la Llanada oriental alavesa.

“La búsqueda de elementos arqueológicos, el rastreo con buscadores o detectores de metales y otras cuestiones desarrolladas por personas ajenas a las investigaciones arqueológicas debidamente autorizadas suponen una gran agresión al patrimonio cultural común”, señalaron expertos en el marco de la reunión.

Ya lo expresa claramente la recientemente aprobada Ley 6/2019, de 9 de mayo de patrimonio cultural vasco en su definición que “el patrimonio cultural es el conjunto de bienes heredados del pasado en los que cada sociedad reconoce unos valores dignos de ser conservados y transmitidos”. Y es en esta conservación y transmisión donde esta ley establece un marco competencial a las diferentes entidades e instituciones cara a garantizar su cumplimiento.

En la reunión se pusieron sobre la mesa, en primer lugar, experiencias de agresiones sufridas en prospecciones arqueológicas y la cada día más necesaria labor de investigación y control sobre esos entornos y sobre los colectivos e individuos que, por ignorancia o no, discurren y rebuscan con el objetivo, en algunos casos de lograr pequeños materiales de carácter arqueológico y, en menor caso, su incorporación a redes de venta, habitualmente por Internet, de esos elementos lo que lo convierte “en un expolio y, por lo tanto, en un delito penado”, explicaron.

Las instituciones apuestan por una necesaria labor de sensibilización a través de la divulgación cultural y de difundir la idea clara a la sociedad de que “las acciones de búsqueda y recogida de esos elementos por personas no autorizadas supone una agresión al patrimonio de todos nosotros”. Los entes implicados consensuaron llevar a cabo el seguimiento de estas agresiones ,y “que las mismas tengan un inmediato efecto de investigación tanto por parte de la Diputación como de los ayuntamientos que conforman la Cuadrilla y de las autoridades responsables del seguimiento, en su caso, de los delitos o acciones contrarias a la ley, para lo que se establecerá una mayor dinámica de vigilancia en los diferentes entornos arqueológicos y accesos a los mismos”.

Asimismo, este encuentro sirvió para dar una voz de alarma a las diferentes comarcas de Araba para que este seguimiento sea cada vez más global, localizado y mejor organizado por parte de las instituciones locales y forales, así como desde la Ertzaintza.