- Las reiteradas omisiones en los requerimientos enviados a las autoridades de la municipalidad marroquí de Tánger para acometer las urgentes obras en el palacio Álava Esquível, del que es propietaria en Gasteiz, han colmado la paciencia del Consistorio hasta el punto de llevar a imponerle una sanción de 34.000 euros. Así lo corroboró la responsable de Territorio, Ana Oregi, durante la comisión de ayer en respuesta a una cuestión de Elkarrekin. Además de la onerosa sanción económica se establece un plazo de dos meses para iniciar la obra y "en caso de no iniciarlas se le podrán imponer más multas", enfatizó la edil.

El pésimo estado de conservación en el que se encuentra el inmueble requiere de unas actuaciones de envergadura cifradas en unos 400.000 euros para estabilizar el deterioro que lleva a sus residentes a padecer continuos sobresaltos. El último tuvo lugar el 22 de enero con la caída de un falso techo en la zona de trasteros y una fuga de agua, que precisó de la intervención de una dotación de los Bomberos y la presencia de la arquitecta municipal para inspeccionar el edificio y ver que no corría peligro la estructura.

El pasado mes de diciembre se instó a la ciudad norteafricana a afrontar la ejecución de esos trabajos y pronunciarse al respecto con el 6 de abril como fecha tope. La suspensión de los plazos administrativos con motivo del estado de alarma congeló la recta final de ese requerimiento y restaban por transcurrir 22 días, que se reactivaron a partir del 1 de junio cuando volvieron a ponerse en marcha todos los contadores de los plazos. Consumido el plazo, ha tomado el Ayuntamiento de Gasteiz la decisión de imponer esa elevada sanción y observa con "preocupación" esta cuestión del palacio medieval por la "dificultad de interlocución" con sus homólogos alauitas. "No está siendo fácil al tratarse de un procedimiento lento, aunque estamos buscando una interlocución más directa y efectiva con Tánger", admitió la jeltzale.

Ese pesimismo compartió también el portavoz de Elkarrekin, Óscar Fernández, que aludió a la "omisión y falta de voluntad" exhibida por las autoridades de Tánger a la hora de dar respuesta a las comunicaciones remitidas desde Gasteiz. Puso sobre la mesa la dirección de los futuros pasos que se deben dar desde el departamento de Territorio de cara a preparar una "ejecución subsidiaria" de las obras ante las "pocas expectativas" de que Tánger asuma su responsabilidad en una cuestión donde están en juego los "problemas de habitabilidad y seguridad para los vecinos", concluyó Fernández.