-El mural de la plaza Burullerías es uno a los que más cariño se tiene en Vitoria por ser el primer taller exterior de esa amplia muestra de arte colaborativo que tiene como lienzo las fachadas de decenas de edificios y que la ciudad exhibe con tanto orgullo en un recorrido específico, el de La Ciudad pintada. Sin embargo, los 13 años que han pasado desde su creación han pasado factura Al hilo del tiempo, que a través de unas telas de diferentes colores, dibujadas por el IMVG allá por 2007, homenajea a los que comerciaban con telas y paños en este rincón gasteiztarra en el medievo. "Acabo de ir a verlo y me he quedado asombrada de lo que ha empeorado en pocos meses. Cuando lo vi este invierno se estaba estropeando la parte de abajo. Ahora, en la mitad hay un desconchón tremendo y se está resquebrajando por otras partes. Incluso los nombres de las personas que aparecían se están borrando. Me han dado ganas hasta de llorar porque lo hicimos con mucha ilusión y ha tenido mucho éxito y por el significado que le dimos a la plaza", lamenta Guadalupe Serrano, presidenta de la asociación de amigos del museo de Bellas Artes de Álava (Amba), una de las entidades que ayudaron a crearlo, como la Fundación Catedral Santa María, que hasta donó un andamio de cremallera, además de artistas como Brenan Duarte, y los 13 voluntarios de la brigada de la 'brotxa' bajo la dirección de las hermanas Werckmeister. Y como a perro flaco todo son pulgas, como añade Serrano, parece que ha habido una especie de barra libre para hacer lo que se quiera en él, "como suele pasar cuando se ve una cosa descuidada en la ciudad". En este caso, "porque en una parte desconchada han puesto un cartel y en otra que ya no tiene pintura, han escrito unas letras".

Maite Beitia es otra de las ciudadanas a las que le da una "gran lástima" verlo así y no solo porque tiene que hacerlo todos los días, como vecina de la plaza de las Burullerías que es, sino porque, como dice, "cuando has visto cómo se ha creado, da todavía más pena y encima yo estuve participando en él como voluntaria". De ahí que su mayor deseo en estos momentos sea que la capital alavesa se ponga de acuerdo para que haya "un arreglo" porque "está bastante fastidiado".

Sin embargo, es ahí dónde surgen las dudas sobre a quién compete ahora hacer ese mantenimiento. El Ayuntamiento explica al respecto que el Departamento de Participación es responsable del tema de los murales desde 2016 y desde entonces se incluye una cláusula por el que cada empresa adjudicataria (artista correspondiente) se compromete a mantener el mural durante diez años de su creación. A partir de ese tiempo, serían propiedad de los vecinos. Pero en el caso de las Burullerías no está tan claro al ser el primero que se hizo por lo que el Consistorio analiza en estos momentos los términos del compromiso.

Para Verónica Werckmeister, impulsora del Itinerario Muralístico de Vitoria-Gasteiz (IMVG) y que estuvo al frente de la dirección artística de Al hilo del tiempo, hay que tener en cuenta que en todo caso se trata de "arte público", por lo que la responsabilidad es de todos, "tanto de artistas, como de Ayuntamiento y vecinos", así que lo ideal sería que entre los diversos agentes se decida "entre todos" si se arregla o no, "porque lo mismo que se pintó colaborativamente, se busque la manera de cumplir los deseos de hacerlo y que se piense en cómo estaba esa fachada antes del mural. Todos tenemos que dar pasos en este sentido", propone.

En cualquier caso, lo que no cabe duda es que Werckmeister es otra de las personas en esta urbe que le tiene también "especial cariño". "Ese mural es particular", recuerda. Precisamente por eso, "yo misma solía hacer una vuelta con un carrito con pinturas. Y lo hemos ido restaurando una vez al año, nosotros, gratuitamente, excepto los dos últimos años, junto a otros dos murales del año 2019". Se trata, en concreto, del que está en el Cantón de Santa Ana (Cubierto de Cielo de Estrellas) y el de "las cartas", como se le conoce popularmente al de El triunfo de Vitoria, con vista óptima desde el jardín de Etxanobe, "porque estos tres murales son los que más han sufrido ya que al ir hasta el suelo hace que las gotas de lluvia reboten en ellos y los estropeen".

También intentó acabar con la jardinera que tiene delante el de las Burullerías y que le provoca problemas de humedad, "puse una instancia para que la cementaran ya que simplemente tiene tierra, pero no hicieron caso", cuenta con pesar.

"Hay un desconchón tremendo y se está resquebrajando. Me dan ganas hasta de llorar"

Presidenta de Amba

"Da pena verlo, entre que ayudé a crearlo y que vivo en la plaza. Está bastante fastidiado"

Vecina y voluntaria en el mural

"La responsabilidad del mural es de artistas, vecinos y Ayuntamiento porque es arte público"

Impulsora del IMVG