- Los alaveses Asier Moreira y Eneko Ochoa de Eribe nunca pensaron que la reapertura del Ballarín Jatetxea, programada para marzo, se iba a prorrogar tanto en el tiempo. El coronavirus provocó que el tan ansiado primer día del local, totalmente renovado, no se produjera hasta el próximo martes, dentro de la fase 3. La pandemia no les ha frenado y este tiempo lo han utilizado para aprender más si cabe sobre su negocio, así como para coger fuerzas para enfrentarse a un 2020 donde esperan “salvarlo en la medida de lo posible y trabajar todo lo que podamos”, tal y como asegura Asier Moreira.

El restaurante está situado en el mismo lugar que el antiguo Ballarín El 8 pero ellos, desde que lo cogieron, decidieron darle un toque personal. “Sobre todo trabajaremos con muy buen producto. Nuestra idea es ofrecer un producto local y de temporada. Además, trabajaremos los productos del entorno e iremos a conocerlos para saber cómo se trabaja antes de ofrecerlo”, confiesa Moreira.

Se muestran entusiasmados y con ganas de empezar una nueva normalidad obstaculizada por el coronavirus, aunque aseguran que han dejado atrás toda la “incertidumbre” que les generó el comienzo del estado de alarma. “El no saber cuándo podíamos abrir fue duro. Además, también nos afectó que una semana antes de abrir y terminar las últimas obras en el restaurante se paró todo”, indica. Aun así, como lado positivo, ambos cocineros se muestran satisfechos de no haber sido avariciosos en el comienzo, ya que no compraron mucho género para los primeros días. “Hubiera sido un gran problema, queremos ir poco a poco”, afirma.

Reconoce que la respuesta de los clientes está siendo buena. Para la apertura, el martes, han empezado a recibir peticiones de reservas y esperan que poco a poco vaya creciendo. “Está yendo bien y eso que aún no hemos puesto en Instagram ni Facebook que estamos cogiendo reservas. Está viniendo gente cercana y conocidos, la respuesta es buena”. Las reservas se pueden hacer online por la página web a partir del lunes o por teléfono. “Ya tenemos unas cuantas, no nos podemos quejar”, asegura.

La situación actual ha provocado que la apertura esté condicionada por numerosas medidas de seguridad nunca antes vistas en hostelería. Por un lado, se encuentran las separaciones entre mesas y por otro el uso de mascarillas o hidrogeles en todos los establecimientos cerrados, aunque en hostelería han tenido que adoptar más medidas. “En nuestro caso tenemos una barra pequeña y como no queremos que las personas se junten mientras dure la situación actual no se podrá beber ahí. Pondremos taburetes con metracrilato para que los clientes puedan comer ahí”, indica.

Además, están obligados a utilizar lavavajillas o lavar y desinfectar el baño una vez terminen de servirse las comidas y las cenas. Por otro lado, no podrán utilizar servilletas de tela y tendrán que usar, de momento, de papel. “También indicar que no podremos usar paneras ni servir comida para compartir. Cada cliente tendrá que tener su comida de manera individual en su plato. Estaremos así hasta que todo pase, estamos obligados”, afirman.

Por último, reconocen que notarán la falta de turismo internacional en verano, aunque creen que el covid-19 creará más turismo local al cual piensan satisfacer. Además, la cancelación de las fiestas no lo ven como un problema para ellos, ya que esperan que “la gente se siga juntando el 4 y el 5 a comer, aunque no haya nada oficial. Estaremos abiertos”.

“Abrimos el martes y ya hemos empezado a coger reservas para la próxima semana”

“El no saber cuándo íbamos a poder abrir fue duro; estamos con muchas ganas”

Copropietario de Ballarín Jatetxea