Vitoria, 4 jun (EFE).- La Diputación de Álava tiene previsto permitir las visitas de familiares en las residencias de mayores desde el lunes, día 8, con cita previa, una hora de duración y un único visitante por residente que preferentemente deberá ser siempre el mismo, además del uso de mascarillas y guantes.

En una nota de prensa, la entidad foral ha informado también este jueves de que la actividad en los centros de día para mayores arrancará el día 15 inicialmente con un 50 % de plazas y de que volverán a ponerse en marcha ese día la actividad en los centros ocupacionales para personas con discapacidad intelectual.

La Diputación alavesa quiere ir de esta manera avanzando en la desescalada y dejando atrás la fase de aislamiento social, y en el caso de las residencias retomar el contacto con las familias y las actividades habituales de forma gradual.

Las residencias estaban cerradas para visitas desde el pasado 13 de marzo con el objetivo de evitar contagios. Ahora con la previsible entrada de Euskadi en la fase 3 se quieren retomar de forma progresiva hasta llegar a la normalización, pero siempre en función de la evolución de la pandemia de COVID-19 en los centros y en la comunidad, por lo que puede haber alguna diferencia de un centro a otro.

Así el protocolo establecido para reimplantar las visitas, establece que estas serán siempre con cita previa, de una persona por residente, preferentemente con el mismo familiar pero podría alternarse con otro, y un tiempo máximo de una hora diaria.

Al visitante se le tomará la temperatura y deberá permanecer en el centro con mascarilla y guantes. El residente también tendrá que llevar mascarilla.

El encuentro se llevará a cabo en un espacio dentro de la residencia dispuesto a tal fin, alejado de la zona de habitaciones y bien aireado.

En el caso de que la persona residente se encuentre en aislamiento por tener COVID-19 o por prevención, se permitirá la visita siempre que se realice en el módulo para tal fin, estableciendo un circuito de seguridad de entrada y salida al mismo, para evitar cruces con otras personas residentes y familiares.

En estos casos la persona visitante deberá estar provista de mascarilla, pantalla, guantes, batas y calzas. Preferiblemente será la misma persona, el tiempo máximo diario se reducirá a 20 minutos y se evitará el contacto físico.

Al mismo tiempo y dentro de las residencias se va a impulsar también la puesta en marcha cuanto antes de todas las actividades posibles para fomentar la convivencia, siempre en función de la evolución de la pandemia. Se hará en grupos de 10 a 15 personas como máximo.

Quedarán excluidas de estas actividades y de acudir a espacios comunes las personas con COVID-19 y aquellas que se encuentren en aislamiento preventivo.

A partir del día 15 se sumarán a la actividad que ya han reiniciado los centros de día Zadorra y Bizia, el resto de estos equipamientos similares del territorio, de forma progresiva y con una ocupación del 50 %.

Ese mismo día se reanudará la actividad en otros centros como los ocupacionales para personas con discapacidad intelectual y para enfermos mentales, el centro de día de discapacidad física y el Centro de Autonomía Personal (CAP). No volverán al 100 % de su capacidad, si no que se trabajará con grupos más pequeños, en días alternos o con los que necesiten más atención.

Asimismo, a partir de la fase 3 de la desescalada se retomarán las nuevas valoraciones en los programas de acogimiento familiar y de adopciones y se reactivarán las visitas presenciales a domicilio de las trabajadoras sociales.

La Diputación ha indicado que el objetivo es que la desescalada formal concluya en junio pero ha precisado que estas medidas podrán ser modificadas en cualquier momento si se considera necesario por razones sanitarias.