- La Diputación Foral de Álava quiere avanzar hacia un modelo "más cercano a un hogar" para las residencias de mayores del territorio, creando entornos que "traten a los mayores más como personas y menos como pacientes", según incidió ayer el diputado general, Ramiro González.

Un objetivo para que el gobierno foral va a llevar a cabo "adaptaciones progresivas" de los centros y que tendrá como primera piedra la futura residencia de mayores Arabarren, que la Diputación levantará en Lakua, junto a la comisaría de la Ertzaintza, con un modelo de gestión público-privado de la mano de una cooperativa de iniciativa social.

El mandatario foral aseguró que el nuevo recurso, que en principio empezará a construirse el año que viene para su inauguración en 2022, no será una macroresidencia, sino un conjunto de "pequeñas residencias" con módulos de convivencia para un máximo de 25 usuarios. Arabarren contará con cien plazas residenciales para mayores junto a otras 25 para personas con discapacidad física grave y 25 de centro de día. Sobre esta revisión del sistema asistencial, el diputado general aseguró que "ya veníamos trabajando en un cambio antes de que llegara la pandemia", hacia un modelo que "va más allá de la atención clásica, centrada en el servicio y muy sujeta a los horarios y turnos del personal".

"En este modelo, además de satisfacer las necesidades detectadas, se respeta la forma de ser de la persona residente y sus diferencias personales: hábitos, gustos, preferencias y deseos personales", subrayó González, para quien las residencias "ni son ni deben ser hospitales, aunque cuentan con personal sanitario necesario, ni son recursos para personas autónomas o levemente dependientes, para las que existen otras fórmulas convivenciales diferentes de menor intensidad de cuidados".

El diputado general compareció junto a buena parte de su equipo en un inabarcable pleno de control de más de cinco horas de duración centrado prácticamente en exclusiva en el coronavirus y sus consecuencias en el futuro socio-económico del territorio.

Además del diputado general, el responsable foral de Políticas Sociales, Emilio Sola, tomó la palabra en varias ocasiones para responder a preguntas y mociones relativas a la gestión de las residencias durante la pandemia tanto del PP, con Ana Morales; como de EH Bildu, en palabras de Claudia Venceslao; y Elkarrekin Araba, con Arantxa Abecia. Sola censuró especialmente el discurso de la portavoz popular, que criticó la gestión del gobierno foral y la, aseguró, negativa del área de Políticas Sociales a aceptar consejos y propuestas llegadas de la oposición.

El diputado mostró su enfado por afirmaciones como que durante la pandemia "se ha producido un colapso en las residencias de mayores". "No me cabe en la cabeza que ante la mayor crisis sanitaria de nuestra historia se puedan hacer afirmaciones catastrofistas que sólo generan miedo e indefensión en personas vulnerables y sus familias, sin sostenerlas en datos contrastados y que se ajusten a la realidad", apuntó el diputado, que durante su comparecencia aseguró que desde la fiscalía alavesa les habían "felicitado por la gestión realizada" durante la crisis sanitaria.

Comparativa errónea. Emilio Sola confirmó que a partir de este lunes, con el inicio de la fase 3, arrancarán las visitas a las residencias de mayores. Además, desde el día 15 volverán las actividades grupales a los Centros rurales de atención diurna (CRAD) del territorio, primero con el 50% de las plazas.

Sola aprovechó también para criticar al PP por el uso interesado y erróneo, valoró, de los datos comparativos de la incidencia del covid-19 en los centros públicos y privados, utilizados por los populares para atacar su gestión. Como recordó, "nosotros tenemos dos tercios de usuarios en grado 3, y cuando hablan de las residencias privadas no tienen en cuenta, y lo saben, que en los datos se incluyen los apartamentos tutelados y viviendas comunitarias, con usuarios de grado 1, no 2 y 3, lo que descompensa completamente la comparativa".