- Más de 4.000 niños refugiados saharauis viajan todos los veranos a España, de los que 350 llegan hasta Euskadi, buscando una recarga de energía para los próximos meses. Son menores que viven en mitad del desierto en condiciones climatológicas muy severas, con inviernos muy fríos y veranos de 60 grados, frecuentes tormentas de arena y escasez de alimentos y de agua potable.

Este año será diferente porque debido al covid los menores no viajarán. El Frente Polisario ordenó a mediados de marzo el blindaje de los campamentos de refugiados en Tinduf debido a la expansión del coronavirus. Se cerraron todas las comunicaciones terrestres y aéreas, se clausuraron los espacios públicos y se limitaron los desplazamientos entre campamentos, con un incremento de las medidas de vigilancia sanitaria y prevención.

Después del verano, estos 4.000 niños suelen regresar a los campamentos de Tinduf con una media de unos 50 euros en dinero más una maleta llena de comida de la que disfrutan su familia más las dos o tres jaimas de alrededor, porque es una población extremadamente generosa. “Esto significa que este año va a ser mucho el dinero y la comida que no va a llegar a los campamentos”, explica Irune Lujambio, madre de acogida de dos niñas en los últimos años y vicepresidenta de Afanis. Conscientes de mantener la colaboración y la ayuda, desde esta asociación de familias de acogida de niños saharauis en Álava hacen un llamamiento a la sociedad para seguir colaborando con el pueblo saharaui a pesar de la expansión del coronavirus.

“Hemos puesto en marcha una iniciativa para que ayuntamientos y particulares donen vehículos que hayan pasado la ITV (coches, furgonetas, autobuses, camiones,...) para llevar una caravana cargada de material a los campamentos de Tinduf. Vamos a organizar una recogida de alimentos y material escolar para que todos esos vehículos lleguen cargados hasta Argelia”, explica Irune Lujambio.

Desde Afanis Álava están trabajando en otro proyecto que necesita la colaboración económica de las instituciones del territorio. “Hay una empresa de unos ciudadanos saharauis afincados en Valencia que a través de una web ponen a la venta a diario alimentos frescos (leche, yogures, carne de camello y pollo, fruta, ...) que nosotros podemos pagar online para que les lleven a las familias saharauis de los campamentos al día siguiente de haber realizado la compra”, explica la vicepresidenta de Afanis.

En su caso, para el Ramadán les han mandado un par de compras a las niñas que acogen en verano. “Nuestra niña necesita un aporte extra de hierro al ser celíaca, y como desde aquí no se pueden enviar paquetes por el covid, a través de esta web le enviamos lo necesario para que tenga una alimentación más completa ella y su familia”, señala Irune Lujambio.

Hay que destacar que hace unos días han recibido en la asociación una aportación anónima de 150 euros, dinero que han utilizado para enviar a cinco niños y sus familias cestas de alimentos de 30 euros para cada uno. “Si Ayuntamiento y Diputación nos ayudan con una aportación económica, intentaremos mandar a los 35 niños que estaba previsto que llegaran a Álava una cesta de alimentos para cada uno”.