- Los efectos reales que el coronavirus causará en la economía alavesa son todavía una incógnita por despejar. Con la pandemia controlada, por ahora, al menos en lo que a contagios respecta, el foco de atención ha pasado ya de centrarse en el ámbito sanitario a hacerlo en el económico y empresarial, donde los casi 4.000 ERTE presentados por las empresas de Álava hablan de la repercusión que el covid-19 está teniendo en los apenas tres meses que han pasado desde que por primera vez hiciera acto de presencia en tierras alavesas, uno de los primeros puntos del Estado en sufrir con virulencia la expansión del coronavirus. Por el momento, los cálculos de la Diputación Foral cifran la bajada de la recaudación en un 22%, lo que supondrá una pérdida para las arcas públicas de alrededor de 500 millones y una reducción del presupuesto foral previsto para este año de al menos cien millones de euros.

Para tratar de paliar los efectos de esta crisis de proporciones difíciles de abarcar, el gobierno foral aprobó esta semana un plan de choque por valor de 29 millones de euros con el que aspira a reactivar el consumo local, con bonos para gastar en productos, turismo y cultura sin salir del territorio, junto con medidas fiscales y de apoyo a las empresas y autónomos. Además, el paquete de medidas tributarias de urgencia aprobado esta semana por las Juntas Generales permitirá a familias y empresas reducir en la medida de lo posible la presión fiscal y darles un respiro temporal, como mínimo, para hacer frente a sus compromisos tributarios, con la posibilidad de rescatar hasta 6.000 euros de las EPSV para aquellos trabajadores en ERTE o ERE y con aplazamientos de pagos y fraccionamientos.

Mientras el ejecutivo foral trabaja en el reajuste de las cuentas de cada departamento para adaptarlas a la nueva realidad postpandemia, los diputados del gabinete de Ramiro González están acudiendo de forma semanal a las Juntas Generales para dar cuenta de dónde tendrán que acometer esos recortes para compensar la bajada recaudatoria. El último en hacerlo, el pasado jueves, fue Emilio Sola, responsable del que a priori será el único departamento que no sufrirá recortes económicos por esta nueva situación para hacer frente a los cuidados y cambios sociales necesarios tras el covid-19. De este modo, Políticas Sociales no sufrirá ajustes en su presupuesto y mantendrá los 240,8 millones de euros previstos para este año, de los que 217 millones corresponden al Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS). El ejecutivo alavés mantendrá por ejemplo el programa de respiro familiar para menores con discapacidad intelectual, tanto los udalekus de verano como los de fin de semana. Igualmente, se mantiene intacta la partida de un millón de euros para el acogimiento de menores en situación de desprotección familiar, así como las prestaciones económicas ligadas a la dependencia.

En este sentido, entre las incógnitas que la crisis sanitaria provocada por el coronavirus deja a las instituciones figura sin duda qué modelo asistencial deparará el futuro a las residencias de mayores. El diputado de Políticas Sociales ya apuntó en su comparecencia que "de esta pandemia debemos salir con un nuevo modelo que trate a los mayores como personas y no como pacientes". Apostar por entornos más reducidos y que se asemejan más a "estar en casa", en lugar de grandes centros asistenciales, parece que será la apuesta de futuro para las nuevas residencias.

Por el momento, a falta de que la ronda de comparecencias culmine con los diputados y diputadas que aún no han acudido, como la responsable de Fomento del Empleo, Comercio, Turismo y Administración, Cristina González; la diputada de Desarrollo Económico, Innovación y Reto Demográfico, Pilar García de Salazar; y el propio diputado general, que comparecerá el lunes para informar sobre los ajustes en su propio departamento, que incluye ámbitos como el euskera, la igualdad y los derechos humanos, los miembros del gobierno foral que han acudido a la Cámara han optado por centrar sus palabras más en las partidas, proyectos y actuaciones que no se van a ver afectados económicamente que en aquellos que desaparecerán o verán recortada su cuantía. Algo que ha despertado el enfado de la oposición, que continúa a la espera de saber dónde se aplicarán los más que previsibles recortes.

El diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad es uno de los miembros del gabinete foral que ya ha comparecido en las Juntas Generales para informar del futuro a corto plazo de su departamento.

El diputado de Agricultura informó en su comparecencia de que las ferias agroganaderas que se celebran en Álava se cancelarán por culpa del coronavirus.

El diputado de Medio Ambiente y Urbanismo avanzó que las playas de Garaio y Landa podrán abrir sus puertas para la temporada de baño sin tener que acometer grandes modificaciones, y que sus 127 hectáreas son más que suficientes para mantener la distancia de seguridad.

22%

La Diputación prevé una bajada de la recaudación por el covid-19 del 22%, cerca de 500 millones, y una reducción del presupuesto foral de 100 millones de euros.