- El salón de plenos de las Juntas Generales acogió ayer la primera sesión desde que la pandemia provocara la suspensión de la actividad de la Cámara foral. El larguísimo pleno, de más de cinco horas de duración, contó con las mismas medidas de seguridad que la comisión que tuvo que celebrarse de forma extraordinaria en el mismo lugar el pasado lunes, aunque con una mayor presencia de junteros. No muchos, pues la nueva normativa obligó a reducir a menos de la mitad la presencia de los procuradores presentes en la sala. El resto pudo seguirlo y participar de forma telemática. Además, en la puerta del salón plenario se estableció un protocolo de entrada, entregando una mascarilla a todos los junteros y miembros del gobierno foral que entraron y con guantes y dispensadores de gel hidroalcohólico.

La sesión arrancó con la lectura de una declaración institucional aprobada por unanimidad con motivo de la conmemoración el pasado domingo del Día internacional contra la LGTBIfobia. En este sentido, las Juntas mostraron su rechazo absoluto a cualquier actitud o expresión contra las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales o de género no binario por el hecho de serlo, además de su compromiso para la "construcción" de una Álava "libre, diverso y que actúa frente a agresiones al colectivo".

En cuanto a las mociones que salieron adelante, la Cámara alavesa aprobó una enmienda del PNV y el PSE a una moción presentada por Elkarrekin Podemos que insta a la Diputación a agilizar los trámites para que las personas en riesgo de exclusión puedan acceder a los recursos y prestaciones sociales disponibles en el territorio. Elkarrekin Podemos, por su parte, acordó otro texto con EH Bildu en el que, entre otras medidas, pide al gobierno foral que potencie la cobertura de las prestaciones y servicios sociales. PNV y PSE también hicieron valer su mayoría para aprobar una moción que pide al gobierno del que forman parte negociar medidas financieras que faciliten dinero para que el sector primario pueda hacer frente a los gastos productivos de sus campañas.

Lo que sí contó con el apoyo de toda la Cámara fue una propuesta de EH Bildu para impulsar líneas de ayudas a la adquisición, por parte de los agentes culturales del territorio, de equipamientos y medios para adaptarse a las nuevas medidas exigidas frente al coronavirus. Además, reclamaron que se creen bonos para fomentar el consumo de productos culturales y que las instituciones no cancelen los actos previstos, como conciertos, sino que los pospongan, para evitar que pierdan la totalidad del dinero. / Foto: