Lantziego - El Ayuntamiento de Lantziego ha recuperado y colgado en la web municipal, para la lectura de quienes estén interesados, el fruto de las investigaciones realizadas por Zoilo Calleja Ansótegui, delegado diocesano del patrimonio artístico y documental del museo diocesano de Arte Sacro de Álava y muy conocido de todos los habitantes de Kripan, Lantziego y pueblos de Rioja Alavesa, por donde ha realizado un gran trabajo documental en archivos parroquiales y municipales.

Uno de sus trabajos lo titula Rioja Alavesa. Datos para su historia y, según recuerda el Ayuntamiento de Lantziego, en él recoge, desde los años 1564 al 1832, los momentos de peste y enfermedades contagiosas que se han vivido en Rioja Alavesa en general y en Lantziego y Kripan en particular. La fuente de todo lo que se escribió está en los libros parroquiales de ambos pueblos. Y el Ayuntamiento de Lantziego invita a su lectura "en estos días que estamos confinados en nuestras casas y podemos sentirnos unidos a la historia de nuestros pueblos".

Narra Zoilo Calleja que en la actualidad se conocen bastante bien las diferentes epidemias que tantas muertes causaban. La peste bubónica continuaba siendo en el siglo XVI la enfermedad más temida y no desapareció de Europa hasta el siglo XVIII; en este siglo XVIII la viruela, el sarampión y el paludismo se dejaron sentir con fuerza y el siglo XIX será el siglo del cólera.

La peste bubónica, como el cólera y las fiebres tifoideas, se extendían en el verano y solían decaer en otoño; muy a menudo iban unidas a crisis de subsistencia. Los médicos de Logroño la describen así el año 1.600: "que la enfermedad que al presente ay en esta dicha ciudad es de secas y carbunclos contagiantes y pestilentes con mucha malizia y contagio, que es la propia que en otros lugares de Spaña a avido".

La peste bubónica, transmitida por la pulga de la rata, se manifestaba en tumores purulentos (bubones, secas, landras, carbunclos, pecas, nacidillas...) que se extendían por los sobacos, las inglés, el cuello... Provocaba la muerte al 60 u 80 por ciento de los casos. Peor y más mortal era la peste pulmonar. Se transmitía directamente de hombre a hombre a través del aliento o de la tos; era altamente contagiosa y mortal en el 100 por 100 de los casos.

Peste bubónica Con los datos obtenidos de los archivos parroquiales y municipales, el investigados escribe que los primeros síntomas de la peste bubónica comenzaron a sentirse en Rioja Alavesa a mediados de julio de 1564, pero hasta comienzos de septiembre no revistió caracteres alarmantes. El 8 de este mes comenzó la desbandada. Las gentes atemorizadas, queriendo huir del foco de contagio, se lanzaron al campo para aislarse.

Detalla, también, que en el libro sacramental de San Juan de Laguardia se puede leer: "En este año murieron en Laguardia 300 personas de pestilencia y enfermedad contagiosa y fue muy despoblada, huyendo casi todos los vecinos, sin que quedara ermita, corral de ovejas ni casilla de granjería, en todos los términos de su jurisdicción, sin ser habitados. Principió a mediados de julio y disimuló hasta 8 de septiembre, en que salieron huyendo las gentes.... La Aldea y La Población quedaron sin gente...los gitanos fueron a robarlos, pero los vecinos de Cabredo y Marañón subieron a defenderles...Se medio despoblaron El Villar y otros pueblos inmediatos de la Sonsierra".

Calleja también cuenta que en el primer libro sacramental de la parroquia de Lantziego se consigna el acontecimiento de la forma siguiente: "porque las cosas no perezcan de memoria las que son dinas dello, entiendan las que el presente hieren que en este año de 1.564 años comenzó aber peste en Zaragoza por el mes de hebrero y, aunque en Logroño se puso muy grande recato en la guarda, porque gente de Zaragoza y que de allá veniese no entrase, los negociantes que tenían pleytos yban e benían a Zaragoza y tenían manera de entrar después en Logroño, de que se tubo por cosa cierta dañiase la mesma ciudad de Logroño; y se manifestó por San Bernabé aber en ella landra en la muerte de un gentilhombre que llamaron Galbarro; y aunque a principio de mayo la abía, la disimulaban y encobrían; que fue arto daño, porque murieron en Logroño pasadas seis mil personas, pequeños y grandes, aunque gente principal morió poca".

Con ese panorama, las autoridades también tomaban medidas, como se refleja en el estudio, en el que se cuenta que para enfrentarse a las pestes se prohibía la entrada en los pueblos de cualquier persona procedente de las zonas infectadas, se creaban lazaretos donde se recluía a los infectados, se hacían numerosas rogativas sobre todo a San Sebastián y a San Roque, se establecían cofradías religiosas bajo el patrocinio de estos santos....

Barberos y saludadores Para enfrentarse a esta pandemia de la peste bubónica, cuenta Zoilo Calleja que en los pueblos había tres de personas que practicaban la medicina: el médico que sólo había en los pueblos más importantes; un barbero y cirujano que era el encargado de hacer las sangrías en todos los pueblos. Y, por último, existía el saludador que era una especie de curandero o de brujo ambulante al que se le llama de vez en cuando para saludar a las personas (sobre todo contra la rabia) o a los animales o al campo.

Estos últimos, saludadores y muchas veces saludadoras, según los datos recogidos, eran muy mal vistos en el siglo XVI por las autoridades religiosas y civiles, pero en el siglo XVIII estaban muy aceptados e incluso eran frailes que, al llegar al pueblo, decían misa. Prueba de ese ambiente en el siglo XVI son las siguientes palabras del visitador del obispado de Calahorra en 1.540 existentes en la parroquia de Santa María de Laguardia prohibiendo a los vecinos que requieran a los "saludadores ni conjuradores, ni otros hechiceros, ni adevinos, ensomniadores, ni personas que cortan letra, ni curan la rosa, ni curan con banas supersticiones, ni hacen nóminas (amuletos); ni toyan otras cosas banas reprobadas de derecho divino ni humano y por premáticas de los Reyes Católicos".

Datos

Año 1564

El trabajo de Zoilo Calleja titulado Rioja Alavesa. Datos para su historia recoge, según recuerda el Ayuntamiento de Lantziego, en él recoge los momentos de peste y enfermedades contagiosas que se han vivido en Rioja Alavesa en general y en Lantziego y Kripan en particular desde 1564 hasta 1832. La fuente de todo lo que se escribió está en los libros parroquiales de ambos pueblos. Y el Ayuntamiento de Lantziego invita a su lectura.

80% de mortalidad

Provocaba la peste bubónica, cu yos primeros síntomas comenzaron en Rioja Alavesa a mediados de julio de 1564, pero hasta septiembre no fueron alarmantes. Peor fue la peste pulmonar, con el 100% de mortalidad.