- Hosanna Parra responde tras la decisión de la organización colegial alavesa, que engloba a casi 3.000 profesionales, de adherirse a la querella presentada ante el Tribunal Supremo por el Consejo general de la Enfermería contra varios integrantes del Gobierno español, entre ellos Pedro Sánchez, y autoridades sanitarias como Fernando Simón. La demanda les achaca delitos contra la seguridad de los trabajadores o de imprudencia grave con resultado de lesiones o de muerte por su discutida gestión de la pandemia. En Álava, donde los contagios entre el colectivo se cuentan por decenas, las muertes por cientos y los contagios por miles, las últimas semanas han sido "una locura" y la normalidad está todavía muy lejos de llegar.

¿Cómo está viviendo estos días tan difíciles para su colectivo?

-Ha sido de vértigo. En Vitoria tuvimos la mala suerte de que el virus entró en Txagorritxu, que se sepa, a través de una sanitaria que no tenía prácticamente síntomas, que contagió a sus compañeros y éstos a sus pacientes. Para qué quieres más. A nivel colegial, hemos tenido mucho trabajo porque ha habido que buscar enfermeras para hacer frente a todo esto, con lo cual compañeras que estaban ya jubiladas se han tenido que reinscribir y otras que estaban en sus casas sin ninguna intención de reincorporarse por diversos motivos, como las excedencias, han tenido que hacerlo de nuevo. La respuesta del colectivo ha sido francamente buena. Igual no está bien que lo diga yo, pero la enfermería se ha volcado desde el principio trabajando en unas condiciones muy malas.

¿Cuál ha sido el problema o la queja más habitual?

-El más importante es que no han tenido el material necesario para protegerse contra el virus. Y a pesar de ello, han ido día tras día a trabajar y muchas de ellas más allá del turno que les tocaba. Realmente han dado el do de pecho. La queja más repetida es que Osakidetza no ha estado a la altura de sus profesionales. El tema es complicado y por otro lado también entiendo a Osakidetza, porque si no hay manera de conseguir mascarillas en el mercado, por poner un ejemplo, no las vas a poder tener. Pero se podía haber previsto todo esto un poco más. Y la realidad es que antes de la pandemia se estaba trabajando ya con la gente justita, justita.

Esta denuncia viene de lejos.

-Es que aquí todavía no habíamos terminado de levantar la cabeza por la crisis anterior. Desde luego, la gente que trabaja ahora en los hospitales y en los centros de salud no está como estaba antes de la crisis económica, ni mucho menos. Todo el mundo tiene mucha más carga de trabajo. Por eso me ha sorprendido gratamente que los profesionales hayan respondido tan bien, porque estaban quemados desde hace mucho tiempo.

Ya que lo menciona, ¿cuántas enfermeras que estaban jubiladas se han vuelto a poner la bata estos días?

-22 en total. Si sumamos a todas las compañeras que se han reincorporado durante la crisis, 33.

Txagorritxu ha estado en el punto de mira desde el inicio de esta crisis, pero la inseguridad ha sido extensible también a otros servicios.

-Desde luego. La gente se ha estado fabricando las batas y los delantales con bolsas de basura. Una compañera llegó a decirme que más que enfermeras parecían modistas. Si al estrés de enfrentarte a algo que no conoces y te está contagiando y provoca tantas muertes a tu alrededor le sumas el no tener medios... Es una locura. Aunque se haya puesto de moda estos días el lenguaje bélico, que a mí no me gusta nada, esto no ha sido una guerra sino un problema de salud pública. Punto pelota. Y muy mal gestionado. Si te quedas en ese lenguaje bélico, al ejército español le han mandado con tirachinas y garrotes a pelear contra tanques. ¿Cuántos profesionales sanitarios se han contagiado ya en España? ¿30 y pico mil? No es normal...

¿Tiene alguna estimación de cuántos profesionales de la enfermería se han infectado en Álava?

-No, exactamente no lo sabemos. Está siendo muy difícil conseguir toda esa información. Pero lo que sí sabemos a través de un estudio interno del Consejo general de Enfermería es que un 43,9% de los profesionales vascos se ha dedicado estos días a trabajar principalmente con pacientes infectados y que un 76,2% considera que se les ha formado o entrenado para hacer frente a esta enfermedad poco o nada. Esto es un disparate. Además, un 74,2% cree que se le ha formado también poco a nada para atender a pacientes con covid. Ha sido sobre la marcha. Aquí te pillo, aquí te mato. Y a la gente tampoco se le ha enseñado a aislarse del todo contra el virus. Ni siquiera eso. Un 79,8% considera que se le ha formado poco o nada. Es para echarse a llorar.

¿Han tenido conocimiento de casos graves entre su colectivo?

-Gracias a Dios, la mayoría de los casos que hemos tenido en Vitoria han sido leves, pero ha habido de todo. En Bizkaia sí que hubo una enfermera fallecida, y que yo sepa no ha habido más. Pero con complicaciones habrá habido bastantes, porque el personal de Osakidetza no es joven. Y a propósito de las pruebas, a día de hoy, a la mayor parte de los sanitarios aún no se les ha hecho la prueba y no saben si son positivos.

Justifica la consejera que hacer un test no es sólo recoger una muestra, sino tener una infraestructura mucho más amplia para analizarla y procesar todos esos datos.

-¡Pues que la pongan! Si la necesitan, va a ser para equis días. No termino de entenderlo muy bien.

Hablaba antes de la falta de materiales, pero ¿se puede decir que a día de hoy la protección de los profesionales está garantizada?

-No. Sigue sin haber material suficiente y parte del que llega no es nada del otro mundo. En las Urgencias del HUA han estado sin material suficiente prácticamente durante toda la cuarentena. Tú puedes ver a todas con mascarilla, pero es que igual llevan con la misma una semana o más.

Lo peor de la pandemia parece haber pasado ya, ¿pero el miedo sigue?

-No es miedo, porque se espera que el virus vuelva el año que viene. Si tenemos suerte y llega la vacuna, estaremos todos inmunizados o casi. Pero si no la tenemos, otra vez lo mismo. Lo bueno es que al menos no nos va a pillar otra vez de susto.

¿Qué habría que hacer ante esa posible segunda oleada?

-Las autoridades sanitarias tienen que hacer caso de los expertos y así actuaríamos a tiempo. Si se hubiese hecho así desde enero, no habríamos tenido esta sangría. Espero que después de todo esto seamos sensatos, nos demos cuenta de qué es lo que realmente tiene importancia y dediquemos el dinero a la sanidad, a la educación y a la investigación. Así tiraremos para delante.

Se han adherido a la querella presentada por el Consejo general de Enfermería contra el Gobierno central por su gestión de la crisis. Las acusaciones son graves.

-Yo he hablado sobre todo de Osakidetza y del Gobierno Vasco, pero realmente están atados de pies y manos. Tienen que hacer lo que digan desde Madrid y con el tiempo se ha visto los resultados de esa gestión. No se puede permitir lo que están haciendo, porque estamos hablando de vidas humanas. Han mandado a mucha gente a la muerte y no hay derecho. Y hay que matizar que en esta querella vamos unidas todas las profesiones sanitarias.

No parece sencillo el rival contra el que se enfrentan.

-Probablemente no nos harán ni caso, porque aquí la Justicia no es igual para todos, pero por lo menos que se enteren y que se nos oiga.

"Me ha sorprendido gratamente la respuesta tan buena de los profesionales, porque estaban quemados"

"Si al estrés de enfrentarte a algo que no conoces y te está contagiando le sumas el no tener medios, es una locura"

"Espero que después de todo esto nos demos cuenta de lo que importa: la sanidad, la educación y la investigación"