- Los trabajadores del servicio de limpieza y recogida de basuras de Vitoria que gestiona la empresa FCC han lidiado a diario con el coronavirus desde el principio de la pandemia. Sin embargo, el virus no ha ocasionado tantas bajas en el servicio como podía haber ocurrido. A día de hoy han sido dos los operarios enfermos, ya dados de alta, y 19 los trabajadores confinados quince días en cuarentena en sus casas en el periodo más desfavorable y debido al contacto con familiares infectados. Ahora son 13. Cierto que una de las primeras afectadas en Vitoria fue una empleada de la contrata, hermana de una de las primeras médicos contagiadas, explica Joseba Sánchez, responsable de la unidad de gestión de residuos y limpieza del Ayuntamiento de Vitoria.

“La verdad es que hemos tenido pocas bajas para lo que podía haber sido”, considera Sánchez. El responsable municipal sólo tiene palabras de agradecimiento para los 272 operarios que forman la plantilla. Y no sólo para ellos sino también para los trabajadores de otras contratas del servicio, como marquesinas, vertederos, recogida neumática de basuras, plantas de residuos etc. Considera que empleados y empresas “han arrimado el hombro sin una queja” durante esta crisis del coronavirus y “han interiorizado muy bien que somos un servicio esencial para la ciudadanía; por eso, sólo tengo palabras de agradecimiento”, indica Sánchez. “Los operarios siguen trabajando todos los días con responsabilidad y hay que tener en cuenta que salir a desinfectar es durísimo. Muchos llevan quince kilos a la espalda en las mochilas y están ocho horas limpiando contenedores, papeleras y todo tipo de mobiliario urbano. Otros trabajan en plantas de residuos que han sido tocados por personas que no saben si están contagiada o no”, apunta.

En cuanto a los protocolos de protección para los operarios del servicio de limpieza y basuras de Gasteiz, el responsable municipal señala que ningún empleado pisa los vestuarios, ya que cada uno llega vestido desde casa con el traje de faena, lo que hace que el contacto entre ellos sea casi nulo. Reconoce, no obstante, que los días de más alarma fueron los primeros al no disponer de equipos de protección suficientes para los operarios. Material como gafas, mascarillas y trajes llamados EPis que, “tras remover Roma con Santiago conseguimos para el 19 de marzo”, relata. “Fue una sensación angustiosa”, reconoce.

272

En la actualidad, son casi 300 los componentes de la plantilla encargada de limpiar las calles de la capital alavesa y de retirar los residuos de los contenedores.

19

Son los empleados que se encuentran retirados del servicio y en observación durante dos semanas largas para comprobar si han contraído la enfermedad. Hasta comprobar ese punto, no podrán regresar a sus labores diarias de limpieza de las calles de la ciudad.

“Los operarios pasan con las mochilas a desinfectar aquellas superficies que más se tocan”

Responsable de residuos en Gasteiz

La evolución y los cambios en el servicio de limpieza y recogida de basuras de Vitoria fueron diarios en marzo. Los operarios comenzaron el mes haciendo su trabajo habitual en una ciudad normal y lo terminaron en una ciudad en confinamiento total. Quien así se explica es Joseba Sánchez, responsable de la gestión de residuos y limpieza del Ayuntamiento de Gasteiz, quien desgrana para DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA cómo se ha vivido la crisis del coronavirus y el posterior confinamiento de los ciudadanos en un servicio tan básico y esencial como es la limpieza y recogida de basuras de cualquier municipio.

El punto de inflexión fue el 17 de marzo, fecha en la que el gobierno de Pedro Sánchez publicó la orden ministerial que detalla cómo se tienen que limpiar y desinfectar las calles y con qué productos para evitar contagios por coronavirus. “Desbordados, no; ésa no es la palabra, pero sí tuvimos una sensación angustiosa”, confiesa Sánchez. “Nuestro mayor grado de alarma se desató al no conseguir suficientes equipos de protección individual para los trabajadores. Removimos Roma con Santiago para tener trajes, gafas, mascarillas…; finalmente encontramos en Cantabria y Donostia. Y, al final, para el día 19 ya teníamos el material aquí”, rememora.

Una vez publicada la orden ministerial, Vitoria compró 25 mochilas nebulizadoras, desinfectantes y lejías, que son los productos recomendados contra este virus que ya se ha cobrado la vida de miles de personas. El habitual barrido de las calles se redujo al mínimo y los esfuerzos se centraron en la desinfección y recogida de contenedores. “Por poner un ejemplo, antes había 42 operarios en barrido manual y diez en el motorizado, ahora quince; el resto fue derivado a tareas de desinfección”, explica Sánchez.

Así, quince equipos cada mañana y otros tantos cada tarde desinfectan la ciudad; lo hacen con mochilas, baldeos mixtos e hidrolimpiadoras que al ser de mayor tamaño también disponen de un depósito mayor.

Para llegar a todos los rincones, Vitoria se dividió en 40 planos, seis de ellos prioritarios, lo que significa que se higienizan todos los días. Son los hospitales de Santiago y Txagorritxu, los ambulatorios y centros de salud y el resto de edificios que atienden casos de coronavirus, como la residencia Zadorra, la clínica Álava y el hotel Lakua, por citar algunos. Las tareas de desinfección también son diarias en las estaciones de tren y autobuses, pasos subterráneos, escaleras mecánicas y barandillas del Casco Viejo, además de residencias de mayores.

“Los operarios también pasan con las mochilas a desinfectar todas aquellas superficies que más se tocan: papeleras, barandillas, bancos, contenedores, entradas a farmacias, tiendas de alimentación y supermercados etc.”, enumera el responsable municipal. En el resto de la ciudad, enmarcada en los 36 planos restantes, esta exhaustiva limpieza se realiza cada dos días, a lo sumo cada tres.

Pero si importante es la limpieza y desinfección, no menos lo es la recogida de basura y el vaciado de contenedores. En este sentido, el momento clave llegó, sin duda, con el cierre de comercios, bares y restaurantes. El cierre de estas actividades económicas significó también una disminución total de los residuos que habitualmente se generan en estos establecimientos. Por contra, aumenta la basura generada en los hogares durante las semanas de confinamiento, tanto los restos orgánicos como el reciclaje de papel y cartón, sobre todo. “Aunque en el cómputo global, los datos indican que Vitoria generó menos basura en marzo, la de las viviendas sí que creció”, puntualiza Sánchez.

No sabe si porque la ciudad está vacía o por civismo, pero lo cierto es que la crisis del covid-19 también ha dejado calles más limpias en Vitoria, reconoce el responsable del servicio. “Han desaparecido los botellones de basura a la entrada de tiendas de chucherías y hasta las zonas más sucias del Casco Viejo lucen ahora más limpias. No sé si es porque no hay gente en la calle o porque los vecinos se comportan ahora de forma más cívica cuando salen de casa”, sostiene Sánchez.

Una realidad que aprecia sobre todo en la disminución de enseres voluminosos abandonados de forma incontrolada a los pies de los contenedores.

Esta mala praxis siempre ha sido uno de los caballos de batalla del Ayuntamiento de Vitoria, reconoce el responsable. Sin embargo, durante el confinamiento se ha corregido. “Se siguen recogiendo muebles y demás enseres voluminosos, pero la mayoría se hace tras recibir el aviso de los ciudadanos, hemos comprobado que se ha reducido a la mitad ese comportamiento incívico de dejar muebles o electrodomésticos abandonados en la calle sin avisar previamente al servicio de recogida. Prueba de ello es que antes había cuatro equipos en esta tarea y ahora con dos es suficiente y diría que hasta sobra”, detalla Sánchez, inmerso en la planificación de la limpieza y desinfección de Vitoria durante los próximos días de Semana Santa.