- La crisis sanitaria está golpeando también con fuerza al sector alavés de las ambulancias, uno de los engranajes clave en la respuesta al covid-19. Acostumbrados ya a enfrentarse a situaciones límite en su día a día, los profesionales del sector están aportado durante estas duras jornadas todo su buen hacer y conocimiento a la mejor gestión posible de esta emergencia, aunque no siempre es fácil. Principalmente, por la escasez de materiales de protección, que si bien supone un problema de alcance internacional debido a la altísima demanda ha generado y sigue generando déficits de seguridad para ellos y para los pacientes.

"Puedes llegar a entender que haya desabastecimiento, pero no es excusa. Toda la vida hemos intentado sacar el trabajo adelante con las condiciones que hay y a día de hoy seguimos haciéndolo, con lo poco que tenemos. Mientras tanto, Osakidetza se lava las manos", apunta en declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Kevin Franco, técnico de emergencias sanitarias con base en Vitoria y siete años de experiencia, que se encuentra en cuarentena desde hace dos semanas. La fiebre y el malestar general, compatibles con el covid-19, acompañan a Franco desde el 20 de marzo, pero no fue sometido al test de detección hasta ayer. Al cierre de esta edición, seguía a la espera del resultado.

Visiblemente molesto por la "mala gestión" de esta crisis tanto por parte de las subcontratas que gestionan el servicio como por el ente sanitario público, Franco ha accedido a compartir su testimonio como también lo ha hecho su compañero José Antonio Gacho, que suma ya 23 años en el oficio y habitualmente cubre la zona de Espejo. Ambos coinciden en reflexiones y denuncias. "Tenemos un nivel de desprotección muy grande, porque además no estamos testados casi nadie. Le han hecho la prueba a cuatro compañeros y porque ha dado positivo algún familiar", denuncia el segundo.

Gacho relata que en los compases iniciales de la crisis sanitaria los protocolos de actuación para las ambulancias elaborados por Osakidetza y remitidos a las empresas eran "muy serios y muy estrictos". Incluían el uso de equipos de protección para las dos personas que van en el vehículo, las mascarillas con filtro FFP2 o FFP3 y las gafas de protección, la desinfección de la ambulancia tras cada servicio... Sin embargo, la progresiva escasez de tiempo y de materiales -que al principio sí había en las bases y ambulancias- ha ido suavizando esas pautas de actuación, de las cuales se han elaborado según Gacho hasta una decena de actualizaciones. "Ahora, el conductor va con una mascarilla quirúrgica y poco más", apunta el profesional. La desinfección de la ambulancia, "con suerte, se hace una vez al día", apunta por su parte Franco.

Ante la falta d e materiales, los profesionales han recurrido distintas fórmulas caseras para aislar los vehículos y autoprotegerse a ellos mismos, como puede apreciarse en las fotos. "Te tienen que lavar la ropa y no lo hacen. Te tienen que traer EPI y no los hay...", enumera de nuevo el técnico.

Otra de las denuncias compartidas por ambos es que, de un tiempo a esta parte y a pesar de su labor de alto riesgo, los técnicos de emergencias ya no son considerados personal sanitario por parte de Osakidetza como sí lo eran al comenzar esta crisis. "Cuando todo empezó a empeorar nos dijeron que si nos pasaba algo tendríamos que verlo con nuestras mutuas. Esto quiere decir que si tengo algún contacto de riesgo tengo que seguir el mismo protocolo que cualquier persona y no tengo acceso a los test. Pero hay que recordar que somos un vector de transmisión del virus", argumenta Gacho.

En el lado positivo, la "brutal" caída de las urgencias ordinarias durante el estado de alarma por la situación de confinamiento ha permitido al sector concentrar sus esfuerzos en las actuaciones derivadas del covid-19.

AMBULANCIAS PARADAS

Bajas sin cubrir. El sindicato LAB denunció ayer que "todos los días" varias ambulancias programadas que cumplen habitualmente su función asistencial de Álava se quedan en el garaje y que dos ambulancias de transporte sanitario urgentes más están paradas en su base 12 horas diarias, porque hay personal de baja cuyas vacantes no se están cubriendo. El sindicato aseguró a través en una nota que parte de estos profesionales están en situación de incapacidad temporal por falta de EPI y pidió destinar los medios necesarios para que todas las ambulancias estén disponibles 24 horas al día y cuenten con equipos de protección, y para que las bajas se cubran "a la mayor brevedad". LAB criticó también que esto ocurra mientras el Gobierno Vasco "ha acordado con varias empresas, como taxis o Mercedes, transportar a pacientes que han tenido contacto" con el coronavirus, con lo que estos "trabajadores voluntarios se están jugando su salud", cuando podrían colaborar con labores menos arriesgadas como repartir medicamentos o transportar mascarillas.