- Ayer, por primera vez en una semana, el balance de nuevos casos de coronavirus fue inferior al del día anterior tanto en el conjunto de Euskadi como en el caso concreto de Álava, donde a las 20.00 horas del domingo se contabilizaron 97 infecciones, por las 113 del sábado a la misma hora. Sin embargo, y a la espera de que los próximos días corroboren o no la tendencia positiva, esta semana va a ser muy dura en el Hospital Universitario de Álava, donde a día de ayer había 33 enfermos de Covid-19 en la UCI y 295 en planta.

La consejera de Salud, Nekane Murga, advirtió ayer de que “todavía falta un tiempo para salir de la situación de gravedad y excepcionalidad” y de que “la situación no mejorará en los próximos días”. Así, con la ampliada unidad de cuidados intensivos de Txagorritxu a pleno rendimiento, aunque no colapsada; con pacientes a los que una vez ventilados mecánicamente les cuesta mucho revertir su situación, y a la espera de nuevos casos graves, Osakidetza se prepara para estirar sus costuras en Álava. “Estamos habilitando cientos de camas. Nos hemos preparado y es el momento de hacer frente a las necesidades asistenciales que nos esperan; no va a ser fácil”, señalaba Murga.

Según dijo, antes de comenzar la epidemia se trazó un plan que contemplaba diferentes escenarios, y para el que viene esta semana hay preparadas 54 camas de hospitalización en la cuarta planta del edificio de Consultas Externas. Además, cabe la posibilidad de acondicionar cuatro plantas más en Txagorritxu y en el gimnasio de rehabilitación se podrían sumar otras 24 camas que, aseguró Murga, de momento no son necesarias. También se han identificado nuevas áreas susceptibles de recibir camas y se han diseñado recorridos para separar a enfermos de Covid-19 de otros pacientes, con el fin de evitar contagios. Por otro lado, se ha contactado con centros concertados para reorientar su actividad, y se han habilitado hoteles en los tres territorios para acoger a convalecientes. Además, Jardines de Uleta y Ruta de Europa han sido incluidos en la red de hoteles de guardia para acoger a personal de servicios básicos esenciales, y desde el último de estos establecimientos se señaló ayer a DNA que hoy tendrá lugar una reunión para confirmar si se utilizan o no estos recursos.

Más que un problema de camas, Osakidetza afronta la escasez de material de trabajo para los sanitarios. Murga explicó que cuentan con mascarillas de protección FPP 2 y 3, pero la demanda global es inmensa y es difícil incluso pasar las aduanas con este tipo de materiales. Además, hay empresas dispuestas a producirlas inmediatamente, pero carecen de las materias primas necesarias para ello, explicó la consejera.

Por otro lado, esta semana Osakidetza distribuirá entre el personal viseras fabricadas con impresoras 3D por empresas vascas, se experimenta con nuevos tejidos e industrias textiles están ya fabricando lotes de batas.

Otro frente de batalla contra el Covid-19 son los test. Hasta el domingo se habían efectuado 7.047 en Euskadi, 862 de ellos en esa misma jornada, y el Ejecutivo de Iñigo Urkullu está a la espera de que el Ministerio de Sanidad envíe a Euskadi test rápidos a final de semana para emplearlos principalmente en el ámbito domiciliario y para casos incipientes. Mientras, Osakidetza ha identificado los reactivos que le permitirán efectuar los test habituales (PCR) de forma manual, y ayer mismo los estaba validando, para evitar depender de las tres empresas proveedoras de estos productos, que no son capaces de absorber la demanda actual.

Según la última actualización de datos, 70 personas han muerto a causa del coronavirus en Álava, diez de ellas el domingo. En todo Euskadi han fallecido 120 pacientes, se han dado 243 altas y se considera a 40 personas como recuperadas. Vitoria sigue siendo el gran foco de infección, con 815 contagios por los 289 del segundo núcleo, Bilbao; y San Martín es el área sanitaria por donde más circula el virus, con 115 positivos.