vitoria- Algo más de 1.000 personas mayores, usuarias de los centros socioculturales (CSCM) de Gasteiz y consideradas vulnerables por distintas razones, están siendo seguidas de cerca estos días por personal del Departamento municipal de Políticas Sociales para tratar de hacer más llevadera su situación de aislamiento. Se trata de vecinos que, por lo general, no tienen familia, viven solos o no disponen de un entorno social que les apoye, lo que agrava su cuarentena. Más de 60 técnicos del área, entre auxiliares de información de los CSCM, técnicas del servicio, monitores de talleres y otros profesionales forman parte del dispositivo, que desde hace unos días mantiene contacto telefónico regular con estas personas que hasta hace poco acudían a los CSCM para disfrutar de sus actividades y que ahora, sin embargo, no pueden salir de casa.

“Este contacto telefónico les permite charlar un rato y a nosotros darles algunas pautas y recomendaciones básicas para protegerse frente al coronavirus. También les organizamos rutinas para que sigan activas”, detalla Jon Armentia, concejal del ramo. Una primera comunicación de unos 20 minutos sirve para evaluar el estado de la persona a la que se le hace el seguimiento. A partir de ese momento, recibirá nuevas llamadas de unos 10 minutos con una regularidad que dependerá de su situación personal. Políticas Sociales tiene identificadas a más de 70 personas en un estado de mayor vulnerabilidad respecto al resto, por lo que con ellas mantiene contacto a diario.

Según advierte en declaraciones a este periódico Maite Ruiz de Sabando, jefa de centros y programas comunitarios del servicio de personas mayores, esta cifra va in crescendo “rápidamente”. “Hay mucha gente aislada en casa y se están complicando las situaciones de seguimiento. Están muy angustiados con la situación, porque piensan que esto es algo terrible y además reciben información muy negativa”, remarca. Hay personas a las que incluso se las llama dos veces al día y a las que ha comenzado a atender también una psicóloga del programa de apoyo a familias cuidadoras, “sobre todo casos que a nivel emocional están en una situación más negativa”. Según detalla Ruiz de Sabando, “la inmensa mayoría” son personas de más de 80 años, usuarias de comedores municipales y con escasos apoyos familiares. La respuesta de estas personas “no puede ser mejor”, según apuntan Ruiz de Sabando y Armentia. “Están muy agradecidas y felices por las llamadas. Se sienten acompañadas, arropadas y más seguras en una situación que les genera preocupación y desasosiego”, destaca el concejal. El programa está abierto a la incorporación de nuevas personas, no sólo usuarias de los CSCM, sino también a otras derivadas por los servicios sociales de base, por el servicio municipal de urgencias sociales (SMUS) y el teléfono 010. Armentia apunta que un número importante de personas ha recurrido a esta última vía “para manifestar su preocupación y tristeza por todo lo que está ocurriendo”.

El programa de seguimiento dará un paso más a partir de este próximo lunes, con el envío a los domicilios de estas personas de materiales como libros de lectura fácil, pasatiempos, ejercicios de estimulación cognitiva, rutinas de ejercicio físico y otras tareas. “Es gente muy mayor que no utiliza las redes sociales y que necesita el papel. La idea es evitar que todo lo que les llegue sea negativo y que tengan una rutina”, porque “muchos lo están pasando fatal”.