VITORIA. El Obispado ofrecer al Servicio Vasco de Salud-Osakidetza, al Gobierno central y a la Unidad Militar de Emergencias (UME) sus instalaciones y la movilización de recursos para colaborar en la actual crisis sanitaria por la pandemia del Covid-19.

El pasado miércoles por la tarde, técnicos de los servicios sociales forales se pusieron en contacto con el Obispado para explorar la posibilidad de que el Seminario de Vitoria acogiese personas con el Covid-19 y fuesen atendidas por personal sanitario para evitar un posible colapso del sistema sanitario en la ciudad.

Ante estos contactos, el Obispado de Vitoria quiso ceder la única parte libre que hay en el Seminario --puesto que la mayor parte del edificio está ocupado por la UNED, el Tribunal Vasco de Cuentas, la Agencia Vasca de Protección de Datos y el Centro para la Promoción de la Autonomía Personal de Álava--, pero advirtió del mal acondicionamiento que tiene en la actualidad la única ala disponible.

Por ello, avisó de "la necesidad de adecuarlo mínimamente para poder garantizar el trabajo sanitario". En este sentido, ha explicado que este único espacio libre no cuenta con luz ni agua ni calefacción y la última reforma que se hizo fue en los años 60.

Además, las dificultades en la accesibilidad a la segunda planta, complican aún más esta posibilidad. Ante esta realidad, fueron los propios servicios sociales forales los que desestimaron su uso para acoger a personas con coronavirus.

Al pensar en otros espacios eclesiales, se desestimó también el Convento de las Brígidas, ubicado detrás de la Diputación Foral de Álava, que tampoco reúne condiciones de habitabilidad y que está pendiente de remodelación para proyectos sociales en curso.

Esta iniciativa también ha nacido de instancias y colectivos de la propia Iglesia alavesa por wassahap y redes sociales. Sabedores de la situación real del Seminario, han sido conscientes de las dificultades de acondicionar el poco espacio libre para usarlo como hospital con personas contagiadas.

No obstante, el Obispado reitera su disponibilidad en lo que pueda para que no haya colapso en la red sanitaria de la ciudad y se ofrece a Osakidetza, al Gobierno de España, incluso a la Unidad Militar de Emergencias, para poder explorar la posibilidad de instalar habitáculos sanitarios en esta u otra ubicación que cuente con unos mínimos requisitos para ello o que sean subsanados por las autoridades desplazadas para ese fin.

ATENCIÓN A ENFERMOS

La Iglesia de Vitoria acompaña, en este momento, a los enfermos "con la entrega y la dedicación de sus sacerdotes, agentes de pastoral, religiosas, familias y organizaciones sociales y caritativas". Una red de voluntarios de la Diócesis está colaborando en todo lo que puede, coordinados por Guztion Artean, la red solidaria.

Tras recordar que residencias de ancianos, pisos para inmigrantes, refugiados o personas vulnerables y albergues, están completos, considera que "son más los recursos humanos que espacios lo que en este momento se pueden ofrecer desde la Diócesis de Vitoria con la posibilidad de explorar mayor colaboración".