icen que sentir miedo en el embarazo es común, dudas lógicas de cómo será el parto, si el bebé nacerá sano, si habrá o no complicaciones. Pero a todos esos miedos y a las revolucionadas hormonas se suma en estas semanas para todas las embarazadas el miedo a contraer el Covid-19. "Somos grupo de riesgo y se nos pide que extrememos la precaución todavía más porque infectarnos de este virus en nuestro estado es demasiado peligroso... Pero con todo lo que está pasando y todo lo que se oye, prefiero ni pensar en el día del parto y sólo espero que en estas seis semanas que me faltan para dar a luz se haya solucionado todo".

Lo dice Iratxe Ramos, una vecina de Llodio que se encuentra en la etapa final de su segundo embarazado, y prácticamente a las puertas del paritorio admite, con miedo, que pese a que queda poco para tener a Julen en sus brazos, lo único que quiere es que el tiempo corra deprisa para garantizarse de que todas sus dudas y angustias han quedado en un mal sueño. "El gran problema es que no sabes quién está infectado, ni tan siquiera si lo estoy yo -confiesa- y esa incertidumbre provoca que desconfiemos de todo el mundo; del panadero, del vecino y hasta de mi marido porque ahora es cierto que estamos confinados y no salimos de casa, pero es que hasta hace unos días iba a recoger a mi otro hijo al cole y nos juntábamos todos los padres. ¿Y si nos hemos contagiado?", se cuestiona ahora. Además, otro factor que le provoca esa angustia es la que situación que también ocurre en muchas otras familias. "Yo me quedo en casa, mi hijo Jon también. Pero mi marido va a trabajar todos los días a Vitoria. Su empresa va a cerrar, pero aún no lo ha hecho, y todos los días tengo el riesgo de lo que me puede traer a casa", se cuestiona. De hecho, Iratxe, miembro del equipo de GRUPO NOTICIAS, lleva de baja unas semanas antes de propagarse el virus por Euskadi, por tener un embarazo de riesgo "y ahora se me suma esto, menudo embarazo que estoy teniendo...", se jacta.

Al igual que el resto de la sociedad, pero sobre todo, al igual que los colectivos de riesgo, Iratxe y su hijo Jon llevan días sin pisar la calle. "Es difícil", admite, porque en casa piensa "demasiado", pero día a día se protege tras las paredes de su vivienda para pasar de largo ante el virus. De hecho, incluso antes de que el Gobierno decretase el estado de alarma, Iratxe ya empezaba a protegerse disfrutando de lugares menos concurridos, como un pequeño bosque que habita cerca de su vivienda. Pero, aún así, "nunca se sabe, es mal momento para todas las embarazas".

En Vitoria sólo es posible dar a luz en el hospital de Txagorritxu, ya que el centro médico de Santiago no está preparado para maternidad. Sin embargo, en el caso de esta gestante sopesa la posibilidad de dar a luz en otro hospital que no haya sido infectado ni golpeado tan fuertemente por el coronavirus. Descarta de esta manera dar a luz en Txagorritxu y se le abre la posibilidad de hacerlo en Cruces o en el hospital universitario de Basurto. "Al vivir en Llodio nos dejan elegir, pero de todas formas cualquier embarazada puede elegir porque si me pongo de parto y voy al hospital de urgencias tampoco me van a echar para atrás", dice y añade que "yo creo que me voy a decantar por el de Basurto. Con todo lo que está pasando, me transmite más tranquilidad porque tiene pabellones separados y dentro de las propias urgencias la maternidad está separado del resto", concreta.

Para ese día tiene previsto asistir con su marido, ya que los familiares no podrán acompañarla ni visitarla tras el parto. También ha organizado ya dejar a su hijo mayor con "alguno de sus abuelos" aunque "ahora mismo no recomiendan dejarlos con ellos pero, ¿qué puedo hacer?". Lo que aún no tiene claro es qué hará una vez que Julen llegue al mundo. Lo decidirá en el momento "en función de cómo siga la evolución del coronavirus". De esta manera, si este virus logra frenarse para entonces ella permitirá su ingreso durante los tres días tras dar a luz. Sin embargo, si el coronavirus continúa al alza, "pediré el alta voluntaria tal y como nos lo han recomendado".

Mientras tanto, y hasta que se acerque el día, ella, al igual que el resto de embarazadas, continuarán con sus visitas médicas de manera regular. En su caso, las ecografías en el hospital de Galdakao y en el propio ambulatorio de Llodio. No obstante, Iratxe sí que asegura que intentará no asistir a los centros sanitarios si no es para cumplir con sus citas puesto que "no me gusta mucho tener que ir y juntarme con más enfermos, no sabes si están ahí por estar infectados o no", dice y cuenta una anécdota. "El otro día me toco revisión y estando en la sala de espera, un hombre me tosió en la cara. Me quedé alucinada. A veces no tenemos respeto por nada, ni por una embarazada. Con la mirada que le eché entendió que me había enfadado, pero si puedo evitar ir, no voy".

En su caso puede resultar más fácil no tener que acudir a los centros médicos por dudas, porque su experiencia de casi cuatro años en la maternidad le convierten en una madre más segura y le ofrece un embarazo más tranquilo. Pero esto no suele ocurrir tan fácilmente en embarazos primerizos. De hecho, en el grupo de la aplicación de mensajería instantánea de Whatssapp que tiene junto a otras gestantes los miedos y dudas están a flor de piel. "Nos han anulado las clases de preparación al parto para no correr más riesgos y no exponernos más y esto ha sido un golpe para muchas mujeres embarazadas porque tienen mucho miedo y dudas de cómo será el parto, si sabrán y notarán que han roto la bolsa o que ya están dilatando... En el grupo que tenemos escriben todas estas dudas y las que ya hemos pasado por esto las intentamos calmar", dice aunque confiesa que también para ella es difícil por todos los miedos al que ahora se le ha sumado el Covid-19.

"Si, finalmente, los días pasan y resulta que estoy infectada, me provocarían el parto porque Julen ya podría seguir desarrollarse fuera de mi vientre y para sacarme adelante a mi", dice en un momento de reflexión. Y matiza después que "solo espero que todo vaya bien, que logren frenar el virus y que el día del parto Julen y yo trabajemos unidos para que sea fácil y poder protegerle entre mis brazos", concluye.

Hospital. Iratxe Ramos, embarazada de 34 semanas, no tiene claro el hospital en el que decidirá dar a luz pero se inclina por el hospital de Basurto, en Bilbao, y descarta el hospital de Txagorritxu.

Clases preparto. Osakidetza anuló las clases de preparación al parto para todas las mujeres gestantes de Euskadi para protegerlas así y no exponerlas a un posible contagio del Covid-19. Se trata de una manera preventiva, pese a que las gestantes primeras puedan echar en falta las clases.