laguardia - El puente de Mantible, o lo que queda de él vuelve a ser noticia, porque la actual corporación municipal logroñesa ha recogido el proyecto elaborado por el anterior equipo del PP y han anunciado una intervención en los restos que quedan en la ribera de La Rioja para que el Ebro no los termine de engullir.

A principios de este mes, el responsable de la concejalía de Patrimonio de Logroño anunció que en el presupuesto se contemplan partidas en este año para la realización de diferentes actuaciones en los yacimientos del convento de Valbuena, el puente Mantible y para la segunda fase del Monte Cantabria, éste último en la cumbre desde la que se divisan Logroño y Oion.

En el citado presupuesto, en el área de Arqueología la partida prevista para el ejercicio 2020 es de 766.838 euros y en ella se contemplan las actuaciones en diferentes yacimientos como el convento de Valbuena, con 160.000 euros para el interior del yacimiento y la zona exterior este, 311.000 euros para la asistencia técnica y realización de trabajos en el puente Mantible o los 250.000 euros para la segunda fase del Monte Cantabria.

En cualquier caso, los intentos y propuestas para consolidarlo vienen desde antiguo, ya que hace dos legislaturas el Grupo de investigación en patrimonio construido (GEPAC), en colaboración con la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), llevó a cabo un completo estudio que el PP ha dejó abandonado en un cajón en los tiempos más tirantes de las 'vacaciones fiscales'.

Por ello, el Ebro siguió empujando las estructuras del ya dañado puente y finalmente, en octubre de 2018, desde Logroño se anunció la contratación de un estudio con la empresa Vault Zafra por un importe de 17.908 euros y un plazo de ejecución de tres meses. El informe se centraría en la evaluación de cargas, diagnóstico de situación y propuesta de actuación para estabilizarlo. Entonces se dijo que este contrato "es un primer paso firme en el compromiso de recuperar el puente Mantible, ya que el informe será la base del proyecto para consolidar la parte del puente que queda en pie en la margen derecha del Ebro" para su posterior puesta en valor.

La actuación planificada entonces y confirmada ahora nuevamente es que lo que se haga se limita el ámbito de actuación al arco del puente situado en el término de Logroño, es decir, el situado en la margen derecha del Ebro. Los trabajos en esta primera fase eran determinar y analizar las posibles patologías del monumento; analizar las fases constructivas del monumento, determinando sus características; el análisis geométrico, estado original y deformaciones observadas; análisis de tensiones del puente y la transmisión de cargas hasta el terreno; diagnóstico del estado actual de la estructura y proponer la actuación para su consolidación.

Tenía seis arcos De esta manera se descubrió que puente Mantible tenía seis arcos y no siete como se había creído hasta ahora. El tablero no era horizontal sino inclinado, a fin de resolver un problema de cota entre las dos orillas (siendo inferior en la orilla izquierda, existiendo datos de rellenos realizados). Esto condiciona que los ojos no fueran todos de las mismas luces, partiendo de la hipótesis de que fueran semicirculares. Las pilas con altura suficiente tenían un hueco en la parte superior. Todos los arcos arrancaban en la base, a excepción del primero por la topografía del terreno. Y, finalmente, que en aguas calmadas, el cauce quedaba reducido al segundo arco; ocupando los seis ojos en momentos de crecida del río.

Sin embargo, ni en 2018, ni ahora, el Ayuntamiento de Logroño se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Lantziego, ni con la Diputación de Álava, para ir de la mano en las posibles actuaciones para consolidar puente Mantible.

Como han señalado desde la Diputación alavesa, la iniciativa debe partir desde el Ayuntamiento de Lantziego. Y si éste se pone en contacto con el de Logroño, la Diputación no tendría inconveniente en implicarse en la consolidación de la orilla que pertenece al País Vasco. Y la verdad es que ese lugar se podría convertir en una fuente de tracción de visitantes por la espectacularidad de las ruinas que quedan y del paisaje en el que está enclavado.

Como señalaban los responsables municipales al anunciar posibles actuaciones de consolidación este mismo año, "los restos del puente Mantible son probablemente el elemento patrimonial más antiguo con el que contamos en Logroño". Fue declarado bien de interés cultural en la categoría de monumento nacional en 1983. Podría tratarse de una obra de origen romano (siglo II d C, aunque este aspecto no está del todo claro porque hay historiadores que lo consideran medieval, del siglo XI), con una estructura de 164 metros por cinco de ancho y con una altura máxima de 30 metros. Fue construido en piedra de sillería, con seis arcos de medio punto de diferentes luces.

Hay historiadores, como Martín Bueno y Moya Valgañón, que afirman que esta construcción de Mantible es una obra romana del siglo II. Otros, como Juan Santos y Adrián Calonge no descartan un cierto origen romano, pero datan la obra actual en tiempos de Sancho en Mayor, siglo XI, quizás como sugerencia de su mujer, la reina Mayor, que quiso ese puente casi como una copia del de Puente la Reina. Y es que eran los tiempos del reino de Nájera-Pamplona y el camino que unía las dos cortes era más directo pasando por Viana, Oion y Huércanos, es decir, por puente Mantible. De hecho, en las proximidades, estaba el castillo de Assa que tenía como función básica la defensa de ese paso sobre el Ebro.

En la actualidad solo se conserva el estribo y el primer y tercer arco; además de las bases de las cepas cuarta, quinta y sexta. Cada uno de los arcos que se conserva pertenece a un término municipal diferente, ya que el límite entre La Rioja y Álava discurre por el eje de cauce del Ebro. En concreto se enclava en un meandro a siete kilómetros del centro de Logroño, en las proximidades del barrio de El Cortijo y Assa.

El arco de la margen izquierda, el alavés, tienen una luz de 20,40 metros y una altura libre de paso de 11,90 metros medida desde la cota de la lámina de agua del cauce, y el de la derecha, el riojano, una luz de 10,20 metros y altura libre de paso de 10,20 metros desde el cauce.