Vitoria - La movilidad urbana ha sufrido alteraciones. Muchas de ellas han traído consigo las ventajas que implican la comodidad o la accesibilidad, pero otras han conllevado que por las zonas peatonales convivan peatones con bicicletas, patinetes y otros "obstáculos" a sortear.

"Si antes ya solo con las bicicletas había momentos y zonas de la ciudad donde las calles son más estrechas y había más dificultades, ahora que se han añadido los patinetes y sobre todo los eléctricos con las velocidades que alcanzan la situación es aún más complicada", explica el presidente de Eginaren Eginez, la asociación de personas con discapacidad de Araba, Igor Nabarro.

En su opinión, si estos vehículos superan la velocidad de los viandantes "su lugar no es la acera, sino la calzada". Asimismo, recuerda que las sillas de ruedas están limitadas, que no hay ninguna silla en el mercado que pueda circular a una velocidad mayor a la que se permite en las aceras, algo que "no ocurre con los patinetes, que superan los quince kilómetros por hora".

Para que esta situación cambie, el presidente de Eginaren -cuya sede se encuentra en la actualidad en una de las antiguas lonjas del club deportivo Zuzenak- opina que se necesita un compromiso por parte de los usuarios de no superar esas velocidades, "pero parece ser que no lo hay, y por lo tanto su lugar no es la acera".

En la asociación hay muchas personas que utilizan bastones o muletas, o que tienen dificultad a la hora de moverse caminando, "y estos vehículos con cualquier roce pueden desequilibrarlas y hacer que se caigan". Esa es la razón por la que -asegura- a ellos les llegan quejas a cuenta de gente que ha tenido algún "susto" o por una bicicleta que ha chocado con ellos, o que ha estado a punto de chocar, o por patinetes. Todo esto les produce "inseguridad".

Por eso, Nabarro quiere concienciar acerca de que si un vehículo circula a esas velocidades y choca con una persona la puede tirar al suelo y generarle lesiones. "Es normal que la gente del colectivo tenga miedo y que se esté solicitando que vayan por los bidegorris y por las calzadas", analiza.

Puntos negros Para el presidente de Eginaren, puntos negros son cualquier calle estrecha, "porque en esas calles un usuario de silla de ruedas puede ocupar casi la mitad de la acera y no pueden pasar bicicletas y patinetes. Y si pasan, lo hacen rozando", relata y recuerda que para evitar también prácticas negras, por ejemplo, en la ejecución de obras en la vía pública, "es importante garantizar las condiciones de seguridad, accesibilidad y comodidad mientras se ejecutan".

En su opinión, sin embargo, la solución al problema de bicicletas y patinetes pasa por concienciar y educar, no tanto por sancionar. "Creo que más importante que las medidas reguladoras y sancionadoras es la concienciación ciudadana, que al colectivo de usuarios de bicicleta y patinetes -sobre todo a la juventud- se le enseñe para que tenga un conocimiento de la diversidad que hay en la ciudad".

Nabarro considera que ciclistas y conductores de patinete no deben pensar que se les está "obligando" a circular por otro sitio, sino que hay que concienciarles para que exista una "convivencia", porque las medidas sancionadoras deben ser "lo último".

El tranvía Una de las ventajas que el presidente de Eginaren aprecia de otro medio de transporte, el tranvía, es que ayuda a descongestionar el tráfico y en materia de medio ambiente. "En nuestro caso, le vemos las mismas ventajas que el resto de la ciudadanía. La cosa es si es accesible o no, pero no solo el vehículo, sino todo el servicio", explica. Él recuerda que a lo largo de los años ha habido "bastantes peleas" por que el transporte público "sea universal y se preste en igualdad de condiciones sin agravios comparativos".

Por eso, asegura que el de la accesibilidad del servicio ha sido un "conflicto extendido en el tiempo que ha tenido que ser resuelto por los tribunales" y por el que ha habido que hacer modificaciones en las paradas del tranvía para que sean accesibles, pero también porque en las paradas de las dos primeras líneas antes se daban "situaciones complicadas en relación a la seguridad de las personas con movilidad reducida y para el grueso de la ciudadanía". Así, concluye que el tranvía es el medio más accesible de Vitoria, el más seguro y cómodo, pero que como se trata de todo el servicio en sí, "cuando se solvente podremos decir que es el más accesible, seguro y cómodo para el colectivo".

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Bicicletas y patinetes. El presidente de la asociación Eginaren Eginez, Igor Nabarro, asegura que les llegan quejas de gente que ha tenido algún "susto con bicicletas y patinetes, y que hay personas del colectivo que tienen miedo de convivir con ellos por la acera y que piden que éstos circulen por bidegorris o por la calzada. A pesar de todo, en su opinión lo importante es concienciar y no sancionar, crear convivencia.

Tranvía. El presidente de Eginaren explica que el tranvía es el medio más accesible de Vitoria, pero que si se tiene en cuenta el servicio completo -marquesinas, paradas, etc.-, cuando se solventen todas las cuestiones en materia de seguridad y accesibilidad "podremos decir que es el más accesible, seguro y cómodo para el colectivo".

Coche. Respecto a los coches, tiene tres peticiones. La primera es que la asociación lleva solicitando desde hace tiempo que haya un cambio normativo en la morfología de las plazas para que permitan que un vehículo pueda abrir las puertas todo lo amplias que son, la segunda que cada plaza tenga acceso a la acera y la tercera que en las zonas peatonalizadas se pueda tener el vehículo con sus permisos para poder acceder al portal cuando la persona no es la que conduce sino a la que llevan, aunque luego el vehículo se tenga que aparcar en otra zona.